Esta es la leyenda que guarda el convento más antiguo y el primero femenino de Jerez

El Convento del Espíritu Santo de Jerez es toda una joya de los siglos XIV-XV. El primer convento femenino de la ciudad y el más antiguo. También el más abandonado a pesar de ser un tesoro único del patrimonio eclesiástico de la ciudad. La historia cuenta que fue aquí donde nació la receta del dulce más famoso de la ciudad, el tocino de cielo. Y es que sus características lo convierten en único en el mundo, pero lleva más de 18 años en condiciones "lamentables".

Sus características le convierten en único en el mundo, pero está en unas lamentables condiciones. En septiembre de 2021 llegó incluso a estar a la venta en el portal Mil Anuncios, "se vende convento del siglo XIV en Jerez de la Frontera, único en el mundo”. Actualmente, las Dominicas pueden llevar a cabo su deseo, vender el convento. Roma permite ya la venta de este inmueble único en el mundo, considerado una verdadera joya de la arquitectura renacentista, con jardines y una superficie construida de más de 4.000 metros cuadrados.

Esta es la leyenda de María de la Merced

El histórico convento e iglesia de las Dominicas del Espíritu Santo de la ciudad de Jerez, el primero que se creó en la ciudad hace 800 años, aún guarda una misteriosa historia. El Convento del Espíritu Santo ha dado nonmbre a la calle o cuesta donde se encuentra ubicado, uno de los espacios más inquietantes y misteriosos de la ciudad.

Cuenta la leyenda, que en el siglo XVII había en Jerez una joven llamada María de la Merced. Esta joven, hija de un caballero de Jerez, se había enamorado de un agobado con pocos mnedios económicos y aún menos futuro. Su padre, al conocer el destino del joven agobado, se opuso rotundamente, por lo que no consintió su matrimonio. El padre de la joven prohibió al joven enamorado que viese a su hija a cambio de una gran cantidad de dinero. El enamorado aceptó y se marchó de la ciudad sin dar ninguna explicación a la joven María de la Merced, quien terminó en una profunda depresión.

La joven estuvo dos años enferma hasta que su padre decidió meterla en el convento del Espíritu Santo, donde se la pasaba rezando y pidiendo por su amado. Su dolor era tan profundo que un día la joven, sin poder aguantar más su sufrimiento, decidió ahorcarse en uno de los árboles que habían en el patio del convento jerezano. María de la Merced fue enterrada en el patio y un mes después de su muerte, cuentan que su fantasma se aparecía por las noches llorando la pérdida de su amado. Desde este momento, las novicias del convento tenían prohibida la salida al patio del jardín una vez que caía la noche.

Cuenta el final de la leyenda que como María de la Merced no podía soportar estar sin su amado, ya muerta, salió a buscarlo y lo mató para estar con él aunque sea en el más allá.