Manduca: El nuevo híbrido restaurante-bar del centro de Jerez

‘Manduca’ significa comida, alimento, y desde hace tres meses, también es vivir una experiencia gastronómica especial en Jerez. Sonia Gaitero (Jerez, 1979) y su hermana pequeña, Ana María, han abierto recientemente un híbrido, una fusión de restaurante y bar, bautizándolo con ese término. Siempre se han dedicado a la hostelería y se aventuraron a levantar un negocio entre ambas. “Para las dos Manduca es una oportunidad, un nuevo camino, un cambio de rumbo”, confiesa la menor.

La idea original era un tabanco, pero el local de otras características y mayor tamaño, se prestaba a otro tipo de establecimiento. El establecimiento, ubicado en calle Porvera, de unos 150 metros cuadrados, conserva parte de la antigua muralla de la ciudad jerezana. Ahí radica uno de sus encantos que embelesó a las impulsoras de Manduca, enamoradas del arte y la historia. “Es muy bonito, guarda vestigios de antaño”, afirma Sonia. La piedra y las plantas naturales decoran este acogedor espacio junto a lámparas de caña y cuerda.

La distribución de su interior es un tanto peculiar, dado que cuenta con una única mesa alta, y un sillón corrido frente al cual se sitúan mesas bajas. “La barra es amplia porque se presta a tomarse la cerveza. No sólo pretendemos que la gente venga a comer, sino que hagan un impasse y se tomen algo", explican. Además, cuenta con terraza. “El objetivo de su interior es lograr la armonía. Hemos emprendido esta empresa con mucha ilusión, ganas de hacerlo bien y de que el público se sienta como en casa y disfrute”.

También elaboran platos aptos para celíacos, vegetarianos y veganos “para que todo el mundo tenga cabida”

Carta

Desde la más absoluta modestia, Sonia asegura que no se dedica a la cocina, pero se le da bastante bien, le gusta y es su responsable en Manduca. La carta consta de tapas tradicionales también fusionadas con una cocina algo más innovadoras, algunos con toques orientales o mexicanos. Elaboran platos aptos para celíacos, vegetarianos y veganos “para que todo el mundo tenga cabida”.

El tartar de remolacha con aguacate y frutos secos, el de salmón con mango y zumo de pomelo satisfacen mucho a los comensales. “Disponemos de las típicas patatas y huevas aliñadas, la ensaladilla de gambas, cochinita pibil que es un plato mexicano, los nachos elaborados de forma natural, tanto la patata como los añadidos que lleva: guacamole, pico de gallo… También preparamos desde un lomo alto a pulpo a la parmentier”, enumera la empresaria y cocinera.

Horario

En verano permanece abierto el bar y el restaurante de 12:00 a 17:00 horas y de 20:00 horas a cierre.

Admite reservas.