El palacio García Riquelme podría ser una casa encantada

En el centro de Jerez habitan diferentes misterios. ¿Uno de ellos? La inquietante leyenda de los supuestos secretos que acompañan a una de las casas más misteriosas del centro de la ciudad, la conocida Casa Palacio de Riquelme, ubicado en la Plaza del Mercado junto al Museo Arqueológico de Jerez y la famosa Iglesia de San Mateo.

Como venimos de fechas donde toca hablar de misterios, 'historias de miedo' y de brujas, esta es una de las leyendas urbanas más desconocidas de la ciudad. Y es que, sin lugar a dudas, en el centro de Jerez existen ya ciertos edificios que son 'de susto' cuando se acerca la noche y la soledad del casco histórico campa a sus anchas. La tradición afirma que sobre sus muros pesa una antigua maldición.

Este conocido palacio, construido en el siglo XVI, es considerado como uno de los edificios más emblemáticos de Jerez, pero también uno de los más olvidados. En tiempos de dominación musulmana, sirvicó como antiguo zoco y no fue hasta la reconquista de la ciudad con Alfonso X, en 1535 cuando se levantó como palacio tal y como hoy podemos contemplar con Hernán Riquelme.

Cuenta la leyenda que...

En su fachada, de estilo renacentista-plateresco, se pueden observar abundantes iconos de la mitología clásica. Con ella, una maldición que ha perdurado hasta nuestros días. Y es que, la leyenda dice que Herán Riquelme pagó hasta la última moneda que costó la construcción del palacio pero se arruinó, cayendo en bancarrota de la que nunca se recuperarían ni él ni sus descendientes. Riquelme mandó a construir una segunda planta que dejó a medidas por esta falta de liquidez, algo que aún se puede apreciar en la actualidad.

Este palacio se convirtió en una casa de vecinos y más tardem en caballerizas. En los años 80, el edificio pasó a manos públicas. Desde entonces, este palacio destaca por la dejadez, el abandono y su visible deterioro.

Todos los proyectos que se han intentado poner en marcha para proporcionarle una nueva vida han caído en saco roto, ya fuera por iniciativa pública o privada, ninguno ha logrado salir adelante. Se dice que aquella 'crisis económica' que sufrieron los Riquelme aún no ha terminado y está más viva que nunca entre sus muros.

No son pocos los jerezanos que han pasado a altas horas de la madrugada junto al edificio y han podido escuchar extraños lamentos procedentes de su interior. Como si el atormentado espíritu de Hernán Riquelme aún paseara por sus pasillos del que en su un día fue su casa, atrapado entre sus muros por haber dejado ese asunto pendiente, ese edificio sin concluir. Parece que en su mentre está el "si yo no pude terminar este palacio, en Jerez nadie más lo hará".