La playa de Chipiona: Refugio de tortugas marinas y hogar de cangrejos gigantes

Esta temporada de verano Chipiona, municipio de la costa noroeste de la provincia de Cádiz, está copando espacio en los medios de comunicación. Muchas de esas informaciones están relacionadas con el ambiente de su costa, las alternativas culturales y de ocio, así como de los maravillosos restaurantes y chiringuitos. Sin embargo, en esta ocasión los protagonistas son esculturas en forma de cangrejos gigantes y dos tortugas rescatadas por pescadores de la zona.

Por un lado, el pasado 22 de junio el conjunto escultórico formado por los cangrejos enormes de más de dos metros de alto y confeccionados con 4.300 kilos de hierro reciclado, obra del escultor chipionero Alfredo Zarazaga Jurado. Gracias a la oxidación y escaramujos se culminará el proceso planteado por el artista. La intención es que estos cangrejos se conviertan en patrimonio cultural, artístico y turístico de la localidad. A día de hoy son admirados por quienes tienen la suerte de observarlos, ya sea de día o de noche.

Más recientemente, el 15 de julio, en la playa de las Tres Piedras de Chipiona han sido liberadas dos tortugas marinas. Ellas son Cristiano y Claudia, ambas rescatadas por pescadores de la zona en el ámbito del proyecto SOS Caretta y recuperadas en el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz (Cegma) del Estrecho, para su reintroducción en el medio natural.

De esta manera pretenden recuperar estos ejemplares y el esfuerzo conjunto que se está desarrollando con la participación de distintos actores para proteger esta especie y apostar por la sostenibilidad y el medio ambiente.

Las tortugas Cristiano y Claudia

Estas tortugas marinas han sido rescatadas por miembros de la cofradía de pescadores de Sanlúcar en las embarcaciones de arrastre Nuevo Eloy y Saray y Claudia y llevadas al puerto sanluqueño para su recuperación posterior en las dependencias autonómicas del Cegma del Estrecho, antes de su puesta en libertad. Cuando ingresaron, los ejemplares Cristiano y Claudia tenían un peso de 33 kilos y de 750 gramos respectivamente. Desde el inicio de este proyecto, coordinado por la asociación Hombre y Territorio, han sido recogidas más de 50 tortugas marinas de la especie Caretta caretta (tortuga boba).

Durante esta liberación de tortugas se ha reiterado la relevancia del sector pesquero para rescatar este tipo de ejemplares, ya sea por el avistamiento de animales heridos o enredados con basuras marinas o por la interacción directa con las artes de pesca.

También se ha mencionado que resulta vital la concienciación y la colaboración para la conservación de esta especie. Además, se ha recordado a la ciudadanía que es esencial llamar al servicio de emergencias 112 para que el protocolo de rescate se active y se pueda actuar al respecto.