El puente de Jerez que costó construir casi 793.000 pesetas

No pocas veces se peca de reducir Jerez al centro de la ciudad o, como mucho a su núccleo urbano. Sin embargo, en la zona rural del municipio se encuentran grandes atractivos turísticos, algunos de los cuales están directamente relacionados con la naturaleza como los Montes de Propios, otros son iglesias, o inlcuso infrasestructuras.

El puente azul de La Barca de la Florida es un puente de carretera que cruza el río Guadalete, tiene una longitud de 190 metros salvando el cauce y la llanura de inundación de este río. El puente forma parte de la carretera A-2003 que comunica San José del Valle y Jerez.

El ingeniero de caminos Manuel Martínez fue quien diseñó esta infraestructura ejecutada por otros dos ingenieros: Juan Botín y Eduardo Torroja. Fue construido a finales de 1926 por la Sociedad Española de Construcción Naval y la Compañía de Construcciones Hidráulicas y Civiles y su coste se elevó a 792.948,14 pesetas, una cantidad bastante considerable. En cuanto a los aspectos técnicos, el puente se concibió con un tramo de hierro de 60 metros de luz y otros 10 tramos de avenida de hormigón armado de 13 metros de luz cada uno. Los estribos y pilares también se construyeron de hormigón a profundidades que oscilaron entre 4 y 9 metros, excepto un estribo que hubo que bajarse hasta 15 metros de profundidad para lo cual hubo que emplearse aire comprimido.

Cabe señalar que La Barca -actualmente Entidad Local Autónoma- se fundó oficialmente dos décadas después de la construcción del puente, en 1948. Fue A raíz de la reforma agraria franquista de finales de los años 40, a través del Instituto Nacional de Colonización, aunque sus orígenes y relevancia, como demuestra la construcción de este puente, se remontan a bastante tiempo atrás al ser un cruce de suma importancia para el paso de personas y ganado.

Añorado semáforo

Tras años demandando una solución u alternativa al estrecho puente, en diciembre de 2015 fue colocado un semáforo para regular el tráfico, de manera que solo transiten vehículos en un único sentido. Hasta enctonces se trataba de un lugar de tránsito temido por todas y todos los conductores. Quien más y quien menos alguna vez dejó el neumático de sus vehículos o los retrovisores laterales en el famoso -para desgracia de algunos- puente de la Barca.

Tras el nuevo asfaltado, que tuvo lugar el pasado pocos meses antes de la instalación del semaforo, las quejas se acrecentaron. En las redes algunos usuarios consideraron que las administraciones competentes deberían darle urgencia a estos eternos abandonos “que nos ponen la cara colorada ante los visitantes y ante nosotros mismos”, porque La Barca, hay que recordar, también es Jerez.