Un guiño a Camarón con sabor a cocina fusión en la cuna del flamenco

Cocina asiática, sabores potentes, arriesgados a la par que refinados pueden degustarse en el restaurante Kmarón, ubicado en el centro histórico de Jerez, concretamente en la calle Tornería. Los responsables de este negocio, que abrió sus puertas en la primavera de 2021, el chef Javier Molero y la jefa de sala y sumiller Magdalena Quesada, la denominan alta cocina callejera.

Kmarón es el resultado natural de una larga trayectoria en la hostelería trabajando para otras personas. Ambos se animaron a poner en marcha un proyecto más personal en el cual poder verse reflejados al cien por cien. “En conversaciones con nuestra familia, de ahí surgió la idea del negocio”. Se trata de una empresa familiar tanto en la parte directiva como en el día a día donde liderando la sala se encuentra Magdalena junto con otra persona y en cocina Javier Molero con dos empleados más

La intención fue denominar el negocio con el nombre de un ingrediente "muy de la zona". Se decantaron por los camarones. Cambiaron la C por la K "para darle la personalidad que caracteriza a nuestra cocina", afirman. Con este nombre, además, hacen "un guiño al gran Camarón de la Isla en la cuna del flamenco que es Jerez".

Conciben la barra como protagonista absoluta del espacio. Éste resulta acogedor, con mesas muy separadas que permiten cierta privacidad. La decoración con elementos y motivos tropicales refleja la cocina fusión de Kmarón inspirada en diferentes países, muy influenciada por el sudeste asiático.

Sus platos no dejan indiferente a nadie. "Nos gusta la cocina asiática y en especial su cocina de la calle, la de los mercados". Disponen de una carta de comida y bebida dinámicas fruto de la amplia trayectoria profesional de Molero y Quesada. Entre los platos estrellas, destacan uno que les acompaña desde el principio e:l tiradito de vieiras. "Algunos ingredientes que no nos pueden faltar nunca son el gengibre, el kimchi y las brasas", señalan.

Como no podía ser de otra manera, el vino tiene un lugar especial en Kmarón. Además, de la oferta de vinos de jerez y de la tierra, cuentan con una selección de caldos naturales, sin sulfitos añadidos y sin filtrar. "Pensamos que acompañan perfectamente nuestra delicada cocina". Y de los postres, no se habla en estas líneas... déjense sorprender. “Queremos que nuestros clientes disfruten, se lo pasen bien y que estén a gusto en Kmarón, que se vayan con ganas de repetir”, concluyen.