El tercer restaurante más antiguo de España está en Jerez

A orillas del río Guadalete se encuentra uno de los restaurantes o ventas más antiguos de España. Esta es la Venta de Cartuja. En la actualidad y para acceder a ella es necesario dar una vuelta por la autovía que va sentido a Los Barrios y cruzar por el conocido puente de Cartuja, el único puente de piedra construido en el curso del rio Guadalete hace más de cinco siglos.

Sobre el margen derecho de este río tan particular y junto al famoso puente nos encontramos con la Venta de Cartuja, declarada como el restaurante más antiguo de Jerez y entre los tres más antiguos de España. Además de ser un Bien de Interés Cultural junto al puente de piedra, es todo un icono de atracción para los amantes de la gastronomía 'de toda la vida'. Degustar guisos tradicionales, carne de caza y sus particulares recetas rodeado de un ambiente un tanto 'épico' es toda una experiencia.

La Venta de Cartuja, un antiguo molino hidráulico

Más de 400 años de historia reposan sobre la Venta de Cartuja. Esta famosa venta fue construida sobre la que fue la casa-depósito de un antiguo molino hidráulico para la fabricación de harina. Su construcción data de finales del siglo XVI. Este local únicamente servía para atender las necesidades propias de un cruce de caminos, como una venta de carretera, en las que únicamente se vendía pan, cachinas y vino.

Y es que la esencia de una de las ventas más antiguas de España sigue manteniéndose en el tiempo a pesar de los siglos. Su actividad se mantiene en torno al mismo producto, la harina, ya que funciona como un viejo horno de leña donde su pan de telera es todo un icono. Los desayunos de 'rebaná de campo' con la zurrapa de lomo y sus chicharrones caseros son los productos estrella de esta venta.

Aquí se sigue apostando por lo tradicional. Se elabora todo de forma casera y las recetas están llenas de sabores 'de siempre'. Entre sus productos más destacados encontramos queso de oveja en aceite, chorizos, salchichones ibéricos, caña de lomo ibérica, paletas y jamones por piezas entre otros.

Sin duda alguna, la Venta de Cartuja y su puente forman un binomio inseparable que, unidos en el tiempo y por un marco singular, forman parte de uno de los entornos históricos más importantes de la ciudad de Jerez.