Los veranos de Chipiona son mejores con Picoco y su balcón al mar

Antes, mucho antes de la masificación de Los Caños, las playas de Tarifa y Zahara. Antes de que la playa de Las Tres Piedras se convirtiera en una de las zonas del litoral de la Costa Noroeste con más chiringuitos, actuaciones, y oferta gastronómica y coctelara, los veraneantes, los vecinos y vecinas de la población ya hablaban de Picoco. Antes ya almacenaban en sus respectivos discos duros del corazón y los recuerdos anécdotas vividas en este establecimiento.

Y es que Picoco no es nuevo. El local abrió sus puertas en 1983, por tanto más de una persona que haya llegado a esta línea ha oído, como mínimo, hablar de Picoco. Desde ese año y durante los suscesivos el local ubicado a orillas de la emblemática playa de Regla ha sido punto de encuentro de la 'chavalería' y de otros y otras ya entrados en edad.

Además, una de sus peculiaridades es que, como dice en su web, día y noche, verano e invierno, son "el lugar ideal donde tomar un café o una copa, acompañados de la mejor música de todos los tiempos en un ambiente cómodo". A lo largo de estas cuatro décadas, Picoco como sus clientes también ha evolucionado y crecido para satisfacción de sus fieles. En la actualidad cuenta con Picoco Bar, Sala Picoco y Chicuelo, atendidos por un gran equipo.

Toma asiento en su terraza en Paseo Costa de la Luz, 11, para disfrutar de unas vistas únicas y poder deleitarte con inigualables puestas de sol, mientras disfrutas de un cóctel. Si vives esa experiencia por primera vez, cuidado, puede crear adicción.

En la planta baja de Picoco Bar encontrarás la Sala Picoco. Se trata del espacio destinado a las noches divertidas y vibrantes, mejor aún si son compartidas, aunque eso ya depende de cada cual. La buena música, los conciertos, monólogos, carnaval, djs y todo tipo de actuaciones tienen cabida, siempre que contribuyan a generar el buen ambiente que caracteriza a este ya mítico bar.

La familia crece

El hermano pequeño de Picoco es Chicuelo: fresco, veraniego, con exquisitos helados y batidos. Es otra opción más solo que requiere pedir al personal lo que deseas. También garantiza las buenas vistas y servicios, la magia de este balcón al mar que atesora cuarenta años de vivencias.