Agueda Saavedra, el presente y futuro del baile
FLAMENCO
La bailaora, Premio Revelación del pasado Festival de Jerez, reconoce que "todo me está pasando muy rápido"
El próximo 22 de abril estará en la Sala BBK de Bilbao con 'Savia nueva', donde compartirá escenario con Juan Tomás de la Molía e Irene Rueda
Subir a un escenario es su forma más natural de expresión. Es la manera más sincera con la que Agueda Saavedra (Nerja, 1995) abre su corazón para hablar con honestidad, sensibilidad y amor hacia el compás que emiten los latidos de su corazón sobre el escenario.
Nerja la vio nacer, dentro de un hogar en el que la música era el gran aroma que se respiraba. Clases de piano, flauta travesera, baile y lenguaje musical, una educación artística que hacía que su vida volara sobre nubes artísticas.
Entre los recuerdos de aquella niña persisten las lecciones aprendidas en el Conservatorio Profesional de Málaga, lugar en el comenzó sus estudios de Danza Española y Flamenco con 8 años. Allí ya comenzó a destacar por su elegancia, estilo y carisma, permitiendo con el tiempo que a los quince años se fuera sola a Madrid al Conservatorio Profesional Carmen Amaya.
Manuel Liñán, Marco Flores, Fuensanta 'La Moneta', Mercedes de Córdoba…son muchos los artistas que conocen bien su talento y empuje, una bailaora que actualmente es solista del Ballet Andaluz de Flamenco y que representa tanto el presente como el futuro del baile.
Durante la pasada edición del Festival de Jerez logró el Premio Revelación tras su participación tanto en el espectáculo 'Sí quiero' de Mercedes de Córdoba como en 'El maleficio de la Mariposa' del Ballet Flamenco de Andalucía.
Con una agenda profesional llena de citas, no cesa de ensayar y trabajar por el baile, la expresión artística que la hace sentir libre desplegando sus alas sobre un escenario que la conmueve, la hace feliz y la abraza a través de su talento. El próximo 22 de abril estará presente en la Sala BBK con 'Savia Nueva' junto a los bailaores Juan Tomás de la Molía e Irene Rueda, una cita en la que el público asistente podrá disfrutar del grandísimo futuro del baile flamenco.
Aquella niña de ocho años que comenzó a dar sus primeros pasos en una escuela de baile, jamás imaginó ser la bailaora en la que se está convirtiendo. "Bailar me hace realmente feliz, es lo que me emociona de verdad. Realmente es mi salvación diaria porque es el momento en que me abro y dejo de lado los miedos. Me libera, me salva…soy una enamorada del baile, del flamenco de la danza”.
Cuando se habla con Agueda Saavedra, la sonrisa que desprende contagia a cualquier ser vivo que está a su alrededor y la escucha sentir sus emociones. "Sigo muy emocionada por todo lo que me pasa. No solamente por el Premio Revelación del Festival de Jerez, también por la mención que recibí Día de la Mujer en mi pueblo por el compromiso con el arte y la cultura. Los elogios son siempre un extra porque lo que realmente me hace feliz es a lo que me dedico, el baile”.
Piano, flauta travesera, baile…la bailaora ha sido siempre un todoterreno llena de inquietudes y sueños. "Cuando me fui a Madrid me lo tomé como un juego porque era una niña. No tenía ni idea de lo que iba aquello. El baile te quiere, te abraza, te pierde…pero siempre merece la pena”.
Con una larga trayectoria a sus espaldas sobre tablaos, bailaora de compañías en espectáculos y acompañando a otros profesionales, tiene sueños, desde luego. Entre todos ellos está el de crear su propio espectáculo. "Ojalá pueda dar el paso algún día. Me queda mucho camino por delante y estamos trabajando en ello porque adoro bailar. Me encanta estar en compañías, en tablaos, que me dirijan...pero es cierto que hay ganas de dar el paso aunque me causa mucho respeto. El día que lo haga espero sentirme arropada como me siento ahora”.
Ganadora del Primer Premio en el Certamen de Danza de la ciudad de Ribarroja del Turia de forma consecutiva en los años 2009 y 2010, su curriculum está lleno de aportaciones a los espectáculos de artistas como Marco Flores, Manuel Liñán, Jesús Carmona y recientemente Mercedes de Córdoba. "Cuando me llamó Mercedes ni me lo pensé. Fue como un regalo estar en su estreno. Ni me creía que estaba sobre el escenario porque ocurrió todo muy rápido”.
Para toda bailaora, desconectar de lo que la hace feliz diariamente es complicado, aunque reconoce que también apaga el chip de vez en cuando. "Tengo una perra y adoro irme al parque con ella a tirarle la pelota. Adoro la playa, además de volver a casa a ver los míos. Mi madre siempre me dice que la vida normal es otra cosa (risas); porque estoy todo el día de aquí hacia allá. Es muy importante compartir tiempo con tu gente y compartir vivencias”.
La artista es una de las joyas actuales del baile flamenco, una bailaora con un largo camino por delante que sigue llenando de sueños y vivencias a través de sus experiencias diarias y el amor a la cultura.
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