La Buena Muerte se reencuentra con la saeta en su recogida

No era una mañana más en Jerez. Era una jornada en donde el cielo azul sonreía a través del sol acompañando a la Hermandad de la Buena Muerte en su peregrinaje hacia el templo de Santiago. Una recogida en la que el aroma a incienso y el respetuoso silencio de los más curiosos acompañaron a la cofradía en su trayecto hacia casa.

Desde primera hora de la mañana ya había nervios en los rostros de Ángel Vargas, Luis Lara y Joaquín 'El Zambo'. "Llevo más de cuarenta años cantando en la recogida de la Hermandad y el acto del Jueves Santo fue precioso"; señalaba a este medio Ángel Vargas.

La Buena Muerte rendía homenaje en el día de ayer a algunas de las figuras más destacadas que han acompañado con su sonido jondo la recogida de la cofradía. Había mucha expectación desde la Calle Ancha hasta Santiago, lugares que se llenaron por completo en poco más de diez minutos.

Poco a poco la gente se fue agolpando en la esquina de la iglesia, lugar que se convirtió en un templo de cante por saetas y en donde sonaron más de diez saetas a la Buena Muerte. Una recogida espectacular, que conmovió a Joaquín 'El Zambo' tras cantarle al cristo acabando entre lágrimas. Poco después le siguieron Luis Lara, 'El Lilo', Joaquín Fernández, Ángel Vargas y 'El Bombi'. Un espectáculo de fe, veneración y cante puro que emocionaba a los asistentes en el amanecer del Viernes Santo.

María Santísima del Dulce Nombre era venerada a través de los cantes de los saeteros, unos escuderos que le dieron los últimos compases de aliento a unos costaleros que se rindieron ante las voces de los cantaores. Ana de los Reyes brilló como ella siempre sabe hacer cantándole a María del Dulce Nombre que besaba el sonido de la voz de la cantaora con su mirada.

Las más de diez saetas fueron agradecidas con una 'levantá' que los costaleros de la Virgen quisieron dedicar a los artistas de un barrio que respira puro flamenco desde el alba hasta el anochecer.