Olga Pericet, una leona en constante evolución
XXVI Festival de Jerez
En el Museo de la Música de París hay una guitarra muy extraña con una etiqueta que dice “Almería 1852”. Es una guitarra de ciprés con un puente antiguo de nogal y un diapasón de palosanto con una veta blanca cerca del octavo traste.
Se trata probablemente de la mítica Leona, que así bautizó el lutier almeriense del siglo XIX Antonio de Torres (a otras las llamó La Fea, La Invencible, La Indomable…) al primer prototipo que, más tarde, daría lugar a la guitarra clásica española y a la guitarra flamenca.
Esta historia bastó para disparar la imaginación Olga Pericet, una de nuestras creadoras flamencas más activas y más valientes del panorama actual, entre otras cosas Premio Nacional de Danza en 2018.
Pero los dos años de la pandemia han cambiado de algún modo la cabeza de la inquieta cordobesa que, en una etapa de completa madurez, tras el triunfo de su último trabajo, ‘Un cuerpo infinito’, ha decidió afrontar y disfrutar de su nuevo proyecto dilatándolo a lo largo del tiempo.
Inspirada no sólo por la guitarra de Torres, sino por los muchos significados que se asocian al término “leona”, Pericet, con la asesoría de Norberto Torres, comenzó a idear caminos que, en principio, iban a ser distintos movimientos de una misma composición.
El primero, con gran carga de color, de feminidad, de animalidad, y de influencias de pintores como Ramón Gaya y su cuadro Desnudo con guitarra (no olvidemos que, mientras los cubistas decostruían guitarras, la mujer conquistaba su independencia) desembocó en La tienta de la Leona, un work in progress o espectáculo en proceso que presentó con cinco músicos el pasado año en el sevillano Festival de Danza de Itálica y que se completará el próximo mes de septiembre, probablemente en la Bienal de Flamenco.
Y ahora, gracias al apoyo del Festival de Jerez y a una residencia llevada a cabo en Torrox (Málaga), llega con carácter de estreno el segundo movimiento. Una pieza también abierta, pero más intimista que la anterior, que lleva el título provisional de El avance de la leona.
“En esta segunda parte, mi investigación quería correr pareja a esa evolución del material de la Leona (la madera), ya que Torres no dejó nunca de perfeccionarla, aun a riesgo de que adoptara otro carácter diferente. Por eso me he buscado un compañero de viaje al que no conocía, que es el creador de danza contemporánea Daniel Abreu”, cuenta Pericet.
“Mi encuentro con Daniel (también Premio Nacional de Danza) –continúa la bailaora- ha sido realmente fructífero ya que, gracias a la mutua contaminación que hemos sufrido, me he tenido que salir de mi terreno para buscar otro tipo de peso, de equilibrio, para encontrar otra manera de contar; y creo que a Daniel le ha sucedido lo mismo al tener que impregnarse de otro tipo de construcción tan diferente como es la del flamenco”.
La pieza, naturalmente, refleja también una de las constantes del trabajo de la cordobesa, que es el universo femenino, así como el trabajo del artesano que todos llevamos dentro y que nos hace evolucionar y crecer mientras dura nuestra vida. Porque, como dicen los grandes lutieres, “el sonido está ya en la madera, sólo hay que saber sacarlo”.
Pero si en La tienta…, todo era viveza, color, sonido experimentado, en El avance de la Leona hay más introspección. Es una parte más intima porque se propone contar el mundo desde dentro del organigrama de la guitarra, profundizar en la materia para luego darle belleza y aire…
“Y lo presento como un espectáculo en proceso porque todo puede evolucionar y porque, con esta libertad, muchas veces la mente se retira y es el cuerpo el que piensa; y eso me gusta mucho porque ahí surge el instinto animal”, añade la intérprete de espectáculos como Rosa, Metal o Ceniza o Pisadas.
En cuanto a la partitura musical, ahí sí hay un camino musical estructurado y sostenido únicamente por la guitarra flamenca de José Manuel León y del bajo de Juanfer Pérez. “Hay versiones de Tárrega y palos del flamenco vistos desde ángulos diferentes; y hay un ambiente sonoro más contemporáneo que me permite continuar con la búsqueda de lo animal, de las clavijas, del pelo, de la dicotomía entre lo masculino y lo femenino, entre lo natural y lo artificial… Es la potencia de nuestro flamenco, de nuestra tradición, vista desde muchos prismas”, concluye Olga Pericet.
El avance de la leona, que culminará en Barcelona en 2023, verá la luz este sábado a las 13:00 en los Museos de la Atalaya, dentro del Festival de Jerez .
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