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La fiesta más loca llega a Jerez este sábado

Manuel Valencia: “Hay que actualizar la versión jerezana del flamenco, reivindico el Jerez de 2024”

El guitarrista jerezano ha tocado en la Bienal de Sevilla para el baile de Farruquito, el cante de Aurora Vargas y para su espectáculo propio Las tres orillas. Además, se ha estrenado como director en Territorio Jerez

Manuel Valencia, en un balcón del Gallo Azul. / Manuel Aranda
Valeria Reyes

17 de octubre 2024 - 04:18

Manuel Valencia (Jerez, 1958) viene pletórico de su paso por la Bienal de Flamenco de la capital hispalense y no es para menos. Ha sacado adelante cuatro propuestas, acompañando al bailaor Farruquito en el estreno absoluto de su Recital de baile y a la cantaora Aurora Vargas en Cuando sale la aurora. Ha podido darle rienda suelta a sus propias creaciones en Las tres orillas (Premio a la Mejor Composición Original del Festival de Jerez 2023) y como guinda perfecta del pastel, ha dirigido por primera vez un espectáculo de sello jerezano que ha cosechado excelentes críticas a su paso por el Muelle Camaronero de la orilla trianera de Sevilla. Entre sus manos ha estado un elenco de altura, con Tía Juana la del Pipa, Ezequiel Benítez, David Carpio y Manuel Monge. 

Pregunta.–¿Cómo es para un jerezano tocar en Sevilla?

Respuesta.–Llevar la bandera de Jerez es una responsabilidad, y llevarla precisamente a Sevilla, otra capital del flamenco, es un reto. En la Bienal más todavía. Sevilla admira mucho a Jerez y Jerez admira a Sevilla, son hermanas con una gran admiración mutua.

P.Territorio Jerez parece que ha enamorado a la crítica y al público, ¿cómo lo ha sentido?

R.–Dirigir a estos artistas es muy fácil, solo tuve que poner a cada uno en su sitio e intentar que el espectáculo fuera dinámico y no tuviera parones.

P.–Precisamente se ha destacado la regiduría del espectáculo, que estaba perfectamente atado. ¿La experiencia con otros artistas le ha servido para este estreno como director?

R.–Esa era la idea, la relación de cantes tuvo su discurso bien planteado pero sin encorsetar a los artistas. Cuando trabajas para compañías de baile, para gente que mueve la escena y que mira para que no haya parones y esté todo enlazado, se aprende mucho. Eso me llevo de trabajar con fenómenos como Farruquito o Manuel Liñán. Uno aprende a hacer sus propios potajes y sobre la diversidad que tiene el flamenco. 

"Hay que llevar por bandera el relevo generacional que tiene Jerez”

P.–¿Cómo es el encuentro generacional entre los artistas de Territorio Jerez?

R.–En el escenario se juntaron Tía Juana, que es lo que nos queda de ese flamenco tan auténtico y visceral, tan de antes. Es el eslabón que nos une a nosotros con la generación anterior, ya que no hemos conocido ni a Terremoto ni a Tío Borrico… con esta generación nos conecta Tía Juana, Vicente Sordera, La Macanita, El Capullo. Luego está la generación de Manuel Monge, son 3 ó 4 generaciones conviviendo en el mismo escenario. Esto tenemos que llevarlo por bandera, es una cosa muy especial que tiene Jerez. 

P.–¿Qué referencias del pasado ha rescatado para este espectáculo?

R.–Le hicimos un homenaje a la guitarra de Jerez con falsetes de Parilla, de Morao, de Cepero. Manuel Monge hizo una zambra de un compositor importantísimo de la tierra, como es Antonio Gallardo. Hizo también una granaína enlazada con con una bulería de Luis de la Pica. Uno de los referentes de Carpio fue Juanito Mojama. A Ezequiel le pedí cantes no autóctonos de Jerez pero que el jerezano ha adoptado como suyos, como la malagueña del Mellizo o los cantes por alegrías. Tía Juana es el estandarte, cante lo que cante va a sonar a nuestra tierra. 

P.–¿Y a qué suena Jerez?

R.–Jerez no solamente es la fiesta. La fiesta es la joya de la corona, pero Jerez es mucho más amplia. Quedarnos en la fiesta sería de catetos y de tener pocas luces. Con este espectáculo hemos querido demostrar un repertorio muy completo con los cantes de Jerez.

P.–¿Qué recuerdo especial se lleva de esta Bienal?

R.–Tocarle a Aurora Vargas, un mito viviente de esa época. Es algo que te hace tener que dar lo mejor que tienes en las manos. La forma en la que cantó te hace trasladarte a otra época. Y tocar en un estreno de Farruquito es como una carrera de la Fórmula 1.

P.–¿En qué punto artístico está Manuel Valencia?

R.–Me encuentro que estoy aprendiendo más que nunca. Tengo la suerte de coincidir con gente que me nutre y yo dejo que me nutran. Uno no puede quedarse en la barriada, el mundo es muy grande.

"Tenemos a los mejores guitarristas, pero es en el extranjero donde se vuelven locos con la guitarra flamenca”

P.–¿Cambia mucho tocar para el cante y para el baile?

R.–Es una guitarra lo que tienes en las manos pero son oficios diferentes, como tres guitarristas distintos. Tienes que darle al cantaor o al bailaor lo que cada uno necesita. 

P.–¿El Manuel Valencia solista quiere mostrarse más?

R.–La guitarra solista es muy difícil. En el extranjero se llenan los teatros pero aquí cuesta mucho. Tenemos a los mejores guitarristas, pero es en el extranjero donde se vuelven locos con la guitarra flamenca. 

P.–¿En qué momento está el flamenco en Jerez?

R.–Es la pregunta más difícil. Hay una gran diferencia entre los artistas de Jerez que se quedan aquí y el artista de Jerez que ha salido fuera. 

P.–¿El flamenco de Jerez se engrandecería si estuviera más abierto?

R.–Totalmente. Tenemos que cambiar la visión iconoclasta del flamenco. Hay que actualizar la versión jerezana a 2024. No nos podemos quedar en 1940. Hoy se canta muy bien, hace falta darle cariño y apoyo, que se llenen los teatros. La afición de aquí deja a veces mucho que desear. Hay que agradecer lo que nos han dejado, pero reivindico el Jerez de 2024. Es necesario tanto el que rompe los moldes como el que los guarda. 

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