Avances frente a los nuevos desafíos en el abordaje de enfermedades de la piel

La celebración esta semana en Madrid del Congreso Nacional de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), ha puesto de relieve muchos de los avances clínicos que están permitiendo alterar el pronóstico de patologías graves, como el melanoma y otros tumores; otras crónicas y prevalentes, como la psoriasis y la dermatitis atópica; y también otras que afectan a un porcentaje pequeño de pacientes, pero que merman la calidad de vida, como el vitíligo o la hidradenitis supurativa, que afectan a menos de un 1% de la población.

Desde el punto de vista epidemiológico, algunas de las patologías a las que hace frente la especialidad están en claro ascenso en España, como el melanoma o las enfermedades de transmisión sexual, las innovaciones más significativas están dándose el ámbito del tratamiento.

En el caso del vitíligo, hasta hace poco, la fototerapia con rayos ultravioleta B (UVB) era el principal enfoque disponible, en combinación, o no, con corticosteroides tópicos e inhibidores de la calcineurina. “Sin embargo, recientemente se han publicado avances en investigación con inhibidores JAK-STAT como diana terapéutica prometedora, capaz de brindar remisiones duraderas de la enfermedad”, ha afirmado la Dra. Tamara Gracia, dermatóloga del Hospital Público Miguel Servet de Zaragoza.

En el caso del melanoma, el tratamiento con inmunoterapia en el ámbito médico, en particular en su uso neoadyuvante, esto es, administrándola cuando hay metástasis que se va a extirpar quirúrgicamente para conseguir una mejor respuesta, representa uno de los avances en investigación más significativos.

En relación con esta modalidad, se están desarrollando fármacos que se administran por vía intravenosa e intralesional (dentro de la metástasis). Y, en paralelo, se están dando otros avances en inmunoterapia, como las células CAR-T, cuya implantación en la práctica clínica habitual se encuentra aún en una fase relativamente precoz”, ha explicado el Dr. Eduardo Nagore, jefe clínico del Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología y coordinador de la campaña Euromelanoma 2024, puesta en marcha por la Fundación Piel Sana de la AEDV.

Dificultades de acceso

Los avances solo son trascendentes cuando llegan a los pacientes y desde la AEDV han querido hacer hincapié en la carencia de equidad en el acceso a nuevos tratamientos. Si bien, de todos los fármacos que para enfermedades dermatológicas han sido aprobados por la EMA, solo hay uno que no ha sido aprobado para su uso en nuestro país, las restricciones a nivel autonómico sí ha incrementado la variabilidad en la prescripción. “Queremos favorecer la equidad y reducir la variabilidad en el acceso a la innovación. Hemos publicado datos y queremos desarrollar esta línea de trabajo, poniendo esta información a disposición de las Autoridades Sanitarias y tratar de eliminar barreras para poder tomar decisiones en función de informes farmacoecononómicos. En la misma línea nos interesa ayudar a la toma de decisiones para reducir las listas de espera”, ha señalado la Dra. Yolanda Gilaberte, presidenta de la AEDV.

Según los datos con los que cuenta la AEDV, en aquellas Comunidades Autónomas en las que se han descrito condicionantes autonómicos específicos para la prescripción adicionales a los existentes en el Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT), el más frecuentemente observado ha sido el orden de prescripción, priorizándose el uso de fármacos biosimilares o con mayor tiempo de comercialización.

Además, se ha constatado la frecuente presencia de condicionantes locales adicionales, de ámbito hospitalario. “Esto puede tener un impacto directo en la calidad del tratamiento que reciben los pacientes para enfermedades como la psoriasis, la dermatitis atópica y el cáncer cutáneo, para los que se han aprobado terapias innovadoras en los últimos años”, ha destacado Gilaberte.

Estudios genético y futuro

El estudio genético está bien implantado en España, a juicio de la doctora Ana Patiño García, investigadora y Catedrática de Genética en la Clínica de la Universidad de Navarra. “La dermatología se beneficia hoy día enormemente de los estudios genéticos en caso del diagnóstico, para identificar precozmente determinadas patologías; y también hay muchas enfermedades que, para poder poner un tratamiento personalizado determinado, tienes que identificar biomarcadores genéticos que te indicarán si ese paciente puede responder a ese fármaco”. En su opinión, “el futuro de la genética en el contexto de la clínica está en hacer mejor y más lo que ya hacemos aumentando el conocimiento de la variabilidad en el componente genético de estas patologías”. Respecto a las terapias, “hoy día hay nuevas moléculas que van dirigidas al defecto genético que subyace; y asistimos a la llegada de técnicas de edición genética capaces de revertir por completo el efecto congénito con el que el paciente ha nacido.