El tabaco y las nuevas formas de tabaquismo siguen siendo un grave problema entre los jóvenes

Se ha eliminado la publicidad sobre el tabaco, y se realizan campañas informativas sobre los daños que provoca en nuestra salud, y en la de los demás, esta adicción. Pero las estadísticas dicen que las generaciones más jóvenes también fuman. ¿Es una adicción más o tiene un componente de rebeldía? A los problemas habituales hay que sumar las nuevas formas de tabaquismo que, lejos de lo que algunos creen, no han llegado para ayudar.

Cifras de consumo de tabaco entre jóvenes

El doctor Luis Manuel Entrenas, jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, nos explica que "España se sitúa entre los países del mundo con mayor consumo de tabaco en jóvenes, el 8,5% de los alumnos de 12 a 13 años reconoce haber fumado tabaco alguna vez en su vida, estando su consumo más extendido entre las chicas que entre los chicos de esta edad", según indica la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España 2023.

En la franja de edad que va desde los 14 hasta los 18 años, la cifra de jóvenes que han probado el tabaco se multiplica por cuatro, y llega hasta el 33,4%. Y continúa siendo mayor la prevalencia entre las chicas.

En la misma línea van los datos que desgrana la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES) de 2022. El tabaco es la segunda droga más consumida en España tras el alcohol. Un 39% de los españoles entre 15 y 64 años lo ha consumido en 2022 y la prevalencia es aún mayor en el grupo que va de los 15 a los 34 años. Tan solo hay un pequeño descenso respecto a los datos de 2020. La edad media de inicio en el consumo está estancada en torno a los 16,6 años, muy parecida a la del alcohol.

Los daños que provoca el tabaco

El doctor Entrenas nos recuerda que el consumo de tabaco crece a pesar de que es la principal causa evitable de muerte en el mundo. En España se registran alrededor de 65.000 muertes al año relacionadas con esta adicción; cifra que alcanza los 8 millones en el mundo.

Según difunde la Organización Mundial de la Salud, el tabaquismo "es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de más de 20 tipos o subtipos diferentes de cáncer y muchas otras enfermedades debilitantes".

Fumar está detrás de muchos tipos de cáncer, pero es especialmente reseñable el caso del cáncer de pulmón, ya que el 90% de los nuevos casos se diagnostican en pacientes fumadores o que han abandonado el hábito hace poco tiempo. El tabaco, y no olvidemos el tabaquismo pasivo, también está detrás del 90% de los casos de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), dolencia cuya prevalencia se ha incrementado un 30% en los últimos años.

Nuevas formas de tabaquismo

La doctora Mercedes García-Salmones Martín, Jefe de Servicio de Neumología en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, tiene claro que todos los tipos de consumo de tabaco son perjudiciales. Además, nos recuerda que la Sociedad Española de Neumología también se ha posicionado en muchas ocasiones contra otras formas de fumar, incluyendo la más novedosa, el cigarrillo electrónico.

Sobre estos dispositivos, ya sean los cigarrillos electrónicos o vapeadores, o más tradicionales, como la cachimba o pipa de agua, el doctor Entrenas nos alerta: "Son nuevas formas de tabaquismo que llevan años consumiéndose en línea ascendente, por lo que es muy importante que se conozcan las consecuencias de su consumo, siendo nocivo para el sistema inmune y su capacidad de disminuir la respuesta a las infecciones".

En definitiva, los cigarrillos electrónicos y sus variantes son la puerta de entrada al tabaco, y no su sustituto, como mucha gente piensa erróneamente.

¿Por qué los jóvenes siguen fumando?

La doctora García-Salmones cree que las causas son múltiples, yendo desde la necesidad de experimentar hasta la de sentirse miembros plenos de un grupo. En la adolescencia se busca reafirmar la identidad como nuevos adultos, y en algunos casos esto puede pasar por transgredir las normas.

La doctora nos recuerda que "la posibilidad de tener una enfermedad respiratoria en la madurez es algo que no está dentro de las preocupaciones inmediatas de un adolescente de 13 años". Sobre todo si lo confrontamos con otros factores como la presión de grupo, o incluso el hecho de ver fumar a adultos que pueden ser tomados como ejemplo.

García-Salmones reconoce que en España se han puesto en marcha políticas públicas muy efectivas contra el tabaco, como la prohibición de publicidad a menores o la de fumar en lugares públicos. También destaca los empaquetados genéricos del tabaco y los programas educativos para jóvenes, aunque cree que la información disponible sobre los efectos perjudiciales sobre la salud "no siempre está bien dirigida al público adolescente".

Adolescentes y jóvenes tienen otros referentes, como algunos youtubers, y diferentes fuentes de información que los adultos. Parte de la solución puede pasar por amoldar la comunicación a los intereses y preocupaciones de los jóvenes, usando el lenguaje y los canales adecuados. Siempre, claro está, proporcionándoles una información veraz.

El tema es preocupante, remarca la doctora, porque “la edad de inicio de consumo sigue siendo la misma y no se ha conseguido reducir de la forma esperada el inicio del consumo en los jóvenes”. Además, “una vez iniciado el consumo se perpetúa por la adicción que produce”.