Investigación y Tecnología
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Investigadores de la Jefferson Health en Filadelfia (Estados Unidos) han elaborado un nuevo estudio con el que han comprobado que algunos pacientes de Covid 19 prolongado y que todavía se encontraban convalecientes habían recuperado el olfato gracias a una nueva técnica mínimamente invasiva que consiste en insertar una aguja espinal en la base del cuello para activar el sistema nervioso autónomo regional y recuperar el sentido del olfato.
El nuevo método se presentará próximamente y pudo verificarse gracias al seguimiento de 37 pacientes, de los cuales 22 confirmaron la mejoría de los síntomas una semana después de la infección y 18 de los mismos que hicieron el estudio, lo confirmaron al mes de la prueba.
Estas personas están dentro del 60% de la población afectada por la parosmia, una patología que se caracteriza por alteraciones del olfato que hacen que el individuo perciba los olores de forma diferente y esto puede afectar también al gusto, dos síntomas clásicos de los enfermos de Covid y que siguen afectando a muchos pacientes habiendo transcurrido, incluso, años de la infección inicial. Hay muchos pacientes que recuperan este sentido, pero los que no, les afecta a su calidad de vida hasta el punto de tener ansiedad y depresión.
El sentido del olfato distorsionado también puede afectar a la percepción del olfato y algunos pacientes pueden sufrir fantosmia, una condición que hace que las personas detecten olores (malos o agradables) que no se encuentran en su entorno.
La intervención dura solo 10 minutos y no hace falta sedación, ni nada más. En ese tiempo, se inyecta un anestésico directamente en los ganglios estrellados que son reguladores de actos involuntarios del sistema nervioso como la frecuencia cardiaca, la presión arterial, la respiración y la digestión. Lo que se hace es bloquear el ganglio estrellado, pinchando en un lado del cuello para estimular el sistema nervioso autónomo regional.
Este método de intervención se ha utilizado con diversos grados de éxito para tratar otras patologías como las cefaleas en racimos, el dolor del miembro fantasma, los síndromes de Raynaud y Meniere, la angina y la arritmia cardíaca ya que lo que hacen es enviar señales a la cabeza, el cuello, los brazos y una parte de la parte superior del pecho.
El 86 por ciento de los pacientes que mostraron alguna mejoría después de la primera inyección informaron de una mejora adicional después de la inyección contralateral.
El sentido del olfato está altamente conectado al cerebro ya que es principalmente emocional, multitud de terminaciones nerviosas que nos permiten evocar recuerdos, revivir experiencias y reconocer a personas. Es el sentido más comunicador que tenemos y la memoria olfativa es poderosa. Puedes no recordar lo que escuchaste, lo que tocaste o lo que viste, pero nunca olvidarás lo que sentiste con un olor determinado porque cuando vuelva a entrar por la nariz, volverás a sentir lo mismo. Ahora y gracias a esta nueva técnica, muchas personas recuperarán también muchos recuerdos.
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