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La alimentación es un aspecto que siempre está en el punto de mira desde el primer momento en el que nos enteramos de que estamos embarazadas. Tenemos que ser muy cuidadosas y conscientes con los alimentos que escogemos, ya que la mayoría de las veces nuestros gustos cambian.
Puede darnos por comer algo que no solíamos comer antes de quedarnos embarazadas y al contrario también sucede, es decir, cogerle "asco" a otra comida que siempre nos había encantado.
Escojamos los alimentos que escojamos, debemos tener en cuenta que hay algunos más propensos que otros a desarrollar bacterias y, por tanto, podemos contaminarnos de enfermedades que pueden traernos consecuencias fatales. Uno de esos alimentos con los que hay que tener especial cuidado es el queso el cual podemos comer durante el embarazo siempre y cuando esté elaborado con leche pasteurizada.
Para entender la razón principal por la que algunos quesos no son recomendables durante el embarazo, hemos hablado con el experto en nutrición y educador alimentario, José Luis Flores de la Cerda, de la Clínica More Healthy.
El nutricionista explica que esta precaución que debemos tener con respecto al consumo de queso se debe "al riesgo de infecciones alimentarias que pueden ser perjudiciales tanto para la madre como para el feto" y aclara que "los quesos blandos y los elaborados con leche no pasteurizada pueden contener bacterias y microorganismos que pueden comprometer la salud de ambos, pudiendo ocasionar problemas como la listeriosis".
Las infecciones por listeria en las embarazadas son peligrosas porque pueden producir aborto espontáneo, muerte fetal o muerte del recién nacido, así que la forma más segura de consumir y prevenir ciertas enfermedades es leyendo los ingredientes que componen el queso. "Si el queso está hecho a partir de leche pasteurizada, estará indicado", aclara Flores.
¿Qué quiere decir que la leche ha sido pasteurizada? La pasteurización es un tratamiento térmico en el que la leche se calienta a una temperatura específica durante un tiempo determinado, con el objetivo de eliminar los microorganismos patógenos y extender su vida útil sin afectar de manera significativa ni a su sabor, ni a su calidad nutricional.
Según el nutricionista, el queso en sí no es un alimento necesario durante el embarazo, pues "pese a tener una calidad nutritiva interesante y ser rico en calcio, fósforo o vitaminas, podemos obtener todos sus nutrientes a partir de otros alimentos".
Sin embargo, si tienes el "antojo" de queso durante la etapa de gestación y no puedes evitarlo, el nutricionista José Luis Flores nos da una lista con quesos que sí se pueden tomar en el embarazo de forma segura como, por ejemplo, "el queso fresco y crema elaborados a partir de leche pasteurizada, mozzarella, provolone, pecorino, mascarpone, quesos semicurados y curados (de vaca, oveja o mezcla, pero siempre a partir de leche pasteurizada), gouda, emmental, edam y manchego con leche pasteurizada".
Por si hay alguna duda con respecto a los quesos, debes saber que hay otros en el supermercado que dicen ser quesos, pero realmente no lo son. El nutricionista nos cuenta más sobre esto en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram.
"Lo más importante es tener la total seguridad de que el queso se ha hecho a partir de leche pasteurizada, para evitar riesgos y poder disfrutar de forma segura", insiste el nutricionista, quien afirma que es importante cubrir las necesidades alimentarias de madre y bebé, "dándole lugar al queso como un alimento más, pero sin abusar de este", concluye.
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