La gran obra subterránea de la barriada Bazán
San Fernando
Solventar una carencia histórica exige también una inversión de calado: la renovación de la red de alcantarillado implicará levantar toda la barriada y construir un nuevo colector y una estación de bombeo
San Fernando/La barriada Bazán se ha visto arrastrada al epicentro del debate político que ha suscitado la prórroga del contrato del agua y del alcantarillado propuesta por el gobierno municipal socialista y aprobada recientemente en el pleno con el inesperado apoyo de la formación política Vox.
La posibilidad de intervenir en la zona para solventar de una vez los históricos problemas de alcantarillado que arrastra –una inversión que, de entrada, se calcula que ronda los cuatro millones de euros– nunca, hasta ahora, ha estado más cerca de llevarse a cabo. Así que los vecinos temían que se perdiera por la falta de consenso político. De ahí también la postura que ha mantenido la federación de asociaciones de vecinos Isla de León, que muchos no han entendido.
Resolver las carencias de la red de alcantarillado que lastra esta zona desde hace años se ha convertido una prioridad no solo para la barriada sino también para la ciudad. Es, sin duda, una de las obras que más urge acometer.
En el plan director elaborado por la concesionaria –Hidralia– y entregado en 2018 al Ayuntamiento se detallan pormenorizadamente todas las necesidades que presenta la red de alcantarillado del municipio. Es decir, donde hace falta intervenir en los próximos años para solventar los problemas que todavía se dan. Y la Bazán se llevan la palma al confluir en este punto una serie de circunstancias muy especiales.
A la antigüedad de la red –que se remonta a los años 50, cuando se construyó la barriada– se suma en primer lugar un problema de insuficiencia hidráulica. Esto es, que el diámetro de las tuberías existentes es demasiado pequeño para dar cabida al caudal de agua que recibe. Incluso en el interior de los patios en torno a los que se distribuyen los bloques, dada la configuración de la barriada, se emplearon en su día tuberías de 200 milímetros –lo habitual en el interior de una vivienda– para las conexiones de la red general.
Las consecuencias son inmediatas a poco que llueva. Ni siquiera hacen faltan precipitaciones torrenciales. La red se satura enseguida, se producen desbordamientos de las redes de alcantarillado y se provoca el alivio de aguas pluviales a través de los aliviaderos autorizados existentes en la cercana Aguada de San Juan, en pleno Parque Natural.
En la zona no existe tampoco estación de bombeo, a pesar de estar construida en parte por debajo del nivel del mar. Las aguas se canalizan por gravedad, lo que complica todavía más la situación.
No obstante, el principal problema que se encuentra la red es la existencia de un antiguo colector que viene de las instalaciones de la Armada y que atraviesa por completo la barriada. Se trata de una estructura histórica de más de 150 años de antigüedad por la que se evacúan todas las aguas residuales de la zona de La Casería y de la población naval de San Carlos, además de las de los propios vecinos de la barriada Bazán.
Todo ese caudal confluye en la red de alcantarillado de la Bazán, agravando aún más su situación de insuficiencia hidráulica. Pero además el colector, debido precisamente a su antigüedad, está bastante deteriorado. Tanto que en algunos puntos podría afectar de lleno a algunos de los bloques de la barriada que están construidos justo encima de esta estructura y que, en algún caso, han empezado a mostrar grietas en sus estructuras que podrían estar ocasionadas por este motivo.
La solución propuesta
De ahí que la inversión que se postula para la barriada Bazán en materia de alcantarillado constituya una intervención integral que, practicamente, implicará levantar toda la barriada para renovar su red al completo, lo que explica su elevado coste.
La intervención prevista supondrá la renovación de todas las redes de alcantarillado existentes y completar la red de pluviales existente, tanto en las calles como en el interior de los patios de la barriada. Y, lógicamente, se aprovechará la actuación para renovar la red de abastecimiento de agua potable y, muy previsiblemente también, otros servicios.
Entre las actuaciones principales se encuentra además la construcción de un nuevo colector, que discurriría por la calle Cantabria y que permitirá reconducir las aguas que en la actualidad circulan por el colector procedente de las instalaciones de la Armada por la nueva red que se va a ejecutar. El antiguo colector, en la parte que atraviesa la barriada, habrá que inutilizarlo y rellenarlo de hormigón para que no afecte a la estructura de los edificios.
Además, habrá que resolver el problema de la impulsión de las aguas residuales y pluviales de la zona con la construcción de una estación de bombeo que permita canalizar las aguas hasta la estación de la Venta de Vargas y, desde allí, hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). También, con la obra, se resolvería la salida de pluviales a través de la Aguada de San Juan en caso de lluvia minimizando el riesgo y el impacto de potenciales alivios.
La nueva red tendrá además que ajustarse a la cota que marca la tubería que atraviesa la autovía en paralelo al puente del Gran Poder, de ahí que la construcción de una nueva estación de bombeo sea indispensable. En una segunda fase se contempla también la renovación del colector que discurre en la otra parte del puente, por la zona de Autocares Rico, hacia la Venta de Vargas. No obstante, esa cuestión no es una de las prioridades de la intervención que se planea acometer con las inversiones que contempla la prórroga del contrato de agua y alcantarillado.
La envergadura de la intervención se visualiza claramente en las magnitudes de las unidades de obra previstas a ejecutar: se prevé la repavimentación de 7.882 metros cuadrados de hormigón al requerirse la intervención en todos los patios de los bloques de viviendas, de 23.843 metros cuadrados de asfalto y de 19.662 metros cuadrados de acerado. Todo ello para poder realizar la instalación de las nuevas tuberías de alcantarillado y pluviales, que suman más de 5.900 ml de tuberías de diámetros comprendidos entre 400 y 1800 mm, 120 nuevos pozos de registro, 260 nuevos imbornales, etc...
La actuación se aprovechará para renovar la red de abastecimiento de agua potable, instalando más de 4.100 ml de tuberías con diámetros comprendidos entre 110 y 250 mm, 65 nuevas válvulas de corte, 120 nuevas acometidas domiciliarias de agua, etc...
Actualmente está en redacción un anteproyecto, que se prevé entregar al Ayuntamiento en septiembre, si bien el plan director deja bien claro el problema y lo que hace falta hacer para solucionarlo. Tras su oportuna revisión se dará el siguiente paso: redactar el proyecto de ejecución de obra, que una vez terminado permitirá al Ayuntamiento licitar las obras. Otra posibilidad que se ha barajado pasa por dejar que la concesionaria ejecute, total o parcialmente, directamente las obras.
El coste de la intervención no está concretado todavía aunque se estima que ronda los cuatro millones de euros. La prórroga del contrato implica para la concesionaria el abono al Ayuntamiento de un canon de 3.246.000 euros, a lo que se suman 900.000 euros a ejecutar en inversiones en la red para mejoras de infraestructuras.
A estos importes se podrían sumar las partidas de dotación económica que la concesionaria tiene que realizar a su costa hasta el final de la concesión para la mejora de las infraestructuras hidráulicas, y que podrían suponer en total hasta un millón de euros adicionales aproximadamente. En total, la prórroga del contrato permitirá realizar actuaciones de mejora de las infraestructuras de abastecimiento y alcantarillado de la ciudad de San Fernando que podrían alcanzar hasta un importe máximo de 5.200.000 euros en los próximos cuatro años y que permitirán acometer entre otros, la intervención integral en la barriada Bazan.
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