Desde La Constancia, con pasión
La Paz
Hermanos de la cofradía recogen en el Parque de Bomberos a su particularísima y singular escolta.
A quince minutos para que den las cinco de la tarde, la hora torera por excelencia, y bajo un sol que podría decirse de justicia, la puerta trasera de la iglesia parroquial de Fátima, en el torero y sufrido barrio de la Constancia, se abrían para dar paso a la hermandad de la Paz, que en este 2015 cumple ya su quinto año (¡quién lo iba a decir!) haciendo estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Hechuras de cofradía grande son las que está tomando esta corporación. Los "niños" de Don Ventura, que en breve estrenará su nueva condición de canónigo honorario de la Catedral, se han hecho grandes, y de qué manera, oiga.
Un amplio y elegante cortejo de nazarenos, rondando los 180, encabezados por la cruz de guía, que porta el lignum crucis, vistiendo su característico hábito blanco y carmesí, avanzaban ordenadamente mientras en el interior del templo se preparaba para salir el paso de misterio, representación del momento en el que a Jesús le hacen entrega de la cruz para que inicie su caminar hacia el Calvario. Cuarenta hombres a las órdenes del incombustible Jesús Caro ponían alma, vida y corazón para llevar al Señor de la Paz por las calles de Jerez con torería y compás. Se presenta este soberbio paso de misterio completo de talla, siendo éste el principal estreno de este año, además de las ropas de las imágenes secundarias. Tras el paso, la agrupación musical Virgen de Valme de Dos Hermanas, que por undécimo año consecutivo continúa su particular idilio con esta joven cofradía. Detalle a reseñar es la presencia de una pañoleta del grupo scout de Fátima en uno de los candelabros delanteros en memoria del bueno de Enrique Bellido, hermano fundador que falleció hace un año.
Como novedad, este año acompañan a la corporación constanciera tres hermanos de la Hermandad de la Paz de Santa María del Águila, pedanía de la localidad almeriense de El Ejido.
Y, por fin, Ella. La hermosísima imagen de la Virgen del Refugio, talla que saliese de las gubias de Elías Rodríguez Picón, hacía su aparición bajo el dintel de la puerta trasera del templo. Como cada año, José Luis Lobato se puso al frente de los treinta costaleros que calza este palio y, en el apartado musical, la banda de música Álvarez Quintero de Utrera, con un selecto y elegante repertorio. A reseñar que, un año más, la Dolorosa de la Constancia porta, además de la medalla de oro del Cuerpo de Bomberos, un lazo un broche de la Virgen de la Merced con un lazo rosa ofrecido por la agrupación 'Rompiendo Barreras' que apoya a las mujeres enfermas de cáncer de mama y que corresponde al apoyo que esta joven Hermandad les ha brindado.
Digna es de mención la total identificación, casi simbiosis, de esta hermandad con los Bomberos de Jerez, hermanos de honor de la misma: antes de salir la Cofradía a la calle, cinco nazarenos se dirigieron al Parque de Bomberos a solicitar la venia para que miembros de este cuerpo con uniforme de gala se hicieran presentes en el cortejo dando escolta a los titulares y acompañando con su banderín a la cofradía. Hermoso detalle a reseñar fue la ofrenda floral que, como cada año, y desde el vehículo autoescala, brindan al Señor de la Paz y a la Virgen del Refugio estos hombres y mujeres que día a día arriesgan sus vidas en beneficio de todos.
Tras una Carrera Oficial llena de compás y elegancia, los cofrades de Fátima enfilaban, al cierre de esta edición, el barrio de la Albarizuela de camino a su templo.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por FSIE