Jerez y sus cofradías se preparan para el comienzo de la Cuaresma
Cofradías
El próximo miércoles será el día de las Cenizas y arrancará el tiempo previo y de preparación para la Semana Santa
El Resucitado tendrá su nueva sede en la parroquia de la Inmaculada
Jerez/La vida es cíclica y el ser humano se esmera en este sistema repetitivo porque la reiteración inmutable de una celebración o costumbre le aporta seguridad. Posiblemente, con la Cuaresma, que está a la vuelta de la esquina, ocurre algo muy parecido. Son días de costumbres y de repetir los mismos pasos mientras se sortean los años irremediablemente. Muchas desde que se tiene uso de razón. El ayuno del Miércoles de Ceniza, la apertura de altillos para sacar las túnicas, el paseo a la hermandad para sacar la papeleta de sitio, las tardes de domingo, las visitas a las iglesias, el primer viernes de marzo junto al Señor de las Tres Caídas. Y así podríamos seguir citando gestos que repetimos hasta que se nos acabara el papel.
Toda esta tradición, que en muchos casos es incluso heredada de padres a hijos, forma parte también de la identidad de un pueblo. Por eso la Cuaresma, la Semana Santa, las cofradías, también tienen mucho de sociológico, además de lo puramente religioso que, en determinados casos, va perdiendo el fuelle necesario perdiéndose la brújula que marca el verdadero mensaje de todo lo que ha de venir.
El artículo que publicamos hoy trata de repasar lo que ha de venir. Esa es la razón por la que esta información arrancaba como la Cuaresma como un rito inscrito en la geografía particular de cada cofrade y que reproduce año tras año.
Será el Miércoles de Ceniza cuando se inicie el tiempo de preparación para los días santos que llegarán con la jornada del Jueves Santo donde la Iglesia se prepara para celebrar el triduo pascual que culminará con la fiesta más grande todas las fiestas: La Resurrección del Señor. En la jornada del Miércoles de Ceniza, la Iglesia invita al pueblo cristiano a un tratamiento de choque llevando a cabo el ayuno, la oración y la limosna. En la liturgia se impone la ceniza y se nos recuerda que nos convirtamos y creamos en el Evangelio. Pero también es una jornada donde los clásicos besapiés y besamanos estarán expuestos en las iglesias. En San Francisco el Señor de la Vía Crucis, el Santo Crucifijo de la Salud en San Miguel, el crucificado de las Misericordias en Fátima, el Señor de los Trabajos en la iglesia de la Victoria, y la Sagrada Mortaja en la iglesia de Capuchinos.
El próximo martes, un día antes de las cenizas, tendrá lugar en el colegio de la Compañía de María, la presentación del Vía Crucis de las hermandades que organiza el consejo. Un acto en el que también será presentada la revista de la Cuaresma que cada año edita la Unión de Hermandades. El primer lunes de Cuaresma, volviendo de nuevo a la tradición, tendrá lugar el acto piadoso del Vía Crucis en la Catedral de Jerez con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Consuelo de la hermandad del Transporte. Con sus respectivos traslados de ida y vuelta.
Cultos
A partir de ahí, son muchas las hermandades que arrancan también con sus quinarios, dedicados a los titulares. Una larga lista que casi es imposible de destacar en un medio generalista como este. De ahí que no entren todos los que se celebran durante los cuarenta días de Cuaresma. Se montan altares y se disponen alfombras. Se decoran los doseles con mucha cera y las imágenes lucen maravillosamente, siendo invitados buenos predicadores para presidir estos cultos solemnes que las hermandades organizan.
Serán cinco domingos los que se completen en este tiempo hasta llegar al Domingo de Ramos. En estas jornadas, las iglesias serán abiertas para exponer a las imágenes en sus sedes canónicas. Por tanto, mucho movimiento en las calles de la ciudad. Hace años en las calles más céntricas, ahora, con el elevado número de hermandades, casi por toda la ciudad. Además, habría que sumar las solemnes funciones de instituto que irán desgranándose en cada cofradía como previos a la salida procesional. Una jornada donde el cofrade no puede faltar para hacer el tradicional juramento del credo cristiano. Las hermandades también celebrarán sus particulares vía crucis con sus imágenes titulares como el que celebra la Piedad con el Cristo del Calvario en el monte que lleva su nombre. Y tal y como se vaya acercando la fecha de la Semana Santa, se harán algunos solemnes traslados de las imágenes a sus pasos en medio de la penumbra de la iglesia.
Mientras todo esto ocurre, los palcos se irán montando en la carrera oficial. Un puzle de maderas donde irán ubicadas las sillas para los abonados que, cada año, vuelve de nuevo la tradición, ven las cofradías desde un punto concreto de la carrera oficial.
Otras actividades
Por otro lado, las actividades paralelas se irán también celebrando. El ciclo ‘Spe Lucis’ que cada año organiza el Ayuntamiento, conciertos de bandas de agrupación, cornetas o música, coloquios o conferencias relacionadas con la Semana Mayor jerezana.
Este año, el primer viernes de marzo será el día uno. Todo viene demasiado rápido. Otra de las jornadas grandes de la Cuaresma. El Señor Caído, en su templo de San Lucas, será venerado por miles de fieles que estarán junto a él las veinticuatro horas del día. La cúspide de los cofrades de las Tres Caídas al celebrar también sus cultos solemnes. En este primer viernes de marzo estarán también expuestos en veneraciones las imágenes del Cristo de la Esperanza de la Vera Cruz, el señor del Amparo del Consuelo en el convento de las Hermanas de la Cruz y el Señor Cautivo del Cristo del Amor. Día de intramuros y de que la ciudad se reencuentre con ella misma.
Una vez concluidos los cultos, los grupos de priostía se esmeran en el montaje de pasos. Son jornadas hasta altas horas de la noche donde muchas veces se puede observar a través de una vidriera la luz encendida que indica la actividad en los templos jerezanos en su interior. Se colocan los palios, se montan los canastos y se va colocando la cera en los pasos de la Santísima Virgen. Horas muchas veces de denodado trabajo de mayordomos que no saben de donde sacar tiempo para que todo esté concluido cuando llegue el momento.
Otra de las actividades clásicas de la Cuaresma es el ensayo de costaleros. Cuadrillas que se vuelven a reconocer tras un año y que vuelven a tomar el pulso a los palos mientras que el capataz y su equipo igualarán a sus hombres.
Todo ello irá teniendo lugar hasta el Domingo de Pasión, quinto de la Cuaresma y prólogo de lujo a la Semana Santa. El Teatro Villamarta abrirá sus puertas para que los cofrades escuchen el pregón. Este año con la presencia de Lala Prieto que tendrá el honor de glosar y anunciar lo que ha de venir. Una pregonera que tomará el pulso de la ciudad y cantará que pronto, llegarán los días santos y las cofradías saldrán a las calles de la ciudad.
Otra jornada, ya casi en las puertas del Domingo de Ramos, es el Viernes de Dolores. El día de María Santísima en la antesala del dolor. Para cuando amanezca la fecha, las túnicas ya estarán perfectamente planchadas, almidonadas y colgadas en las puertas de los armarios a la espera de la primera en la calle. Este día, clásico donde los haya, estarán expuestas las imágenes del Mayor Dolor, las Angustias, que estará imbuida en sus cultos previos, y la Virgen de la Trinidad que se incorpora en esta jornada.
Así será todo más o menos hasta llegar a la Semana Santa. Unos días de emociones, de devociones y de vivencias. Con la Resurrección del Señor la Iglesia cantará el Aleluya y con el Gloria se encenderán las luces de los altares para elevar un cántico al mundo donde se exprese que Cristo vive y ha vencido a la muerte. Pero llegará el 31 de marzo. Y será el capítulo final. Si con Él hemos vivido su Pasión y Muerte, junto a Él se tendrá que vivir la alegría de su Resurrección. Si no es así, vana es nuestra fe. Esperemos que, una vez más, la muerte no sea el final.
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