El Obispado de Jerez reza por el sacristán fallecido en Algeciras

El obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés, ha lamentado en un comunicado el fallecimiento del sacristán tras el ataque perpetrado con un arma blanca por un hombre de origen magrebí en varias iglesias de Algeciras y que dejó, además, cuatro heridos de diversa gravedad.

Rico Pavés, en un mensaje difundido en redes sociales, ha querido mostrar su pesar y su cercanía con el Obispado de Cádiz y Ceuta con la siguientes palabras: "en estos trágicos momentos, y tras los ataques a dos Iglesias en Algeciras, pedimos oraciones por el alma del sacristán asesinado y por las vidas de los heridos".

Condena del Obispado de Cádiz

También, esta misma mañana la Diócesis de Cádiz y Ceuta, "aún conmocionada por el triste suceso", lamentó "profundamente", en otro comunicado, la agresión sucedida en Algeciras.

"Queremos expresar nuestra cercanía y apoyo a los familiares y amigos de Diego Valencia, muy querido en la parroquia y en la ciudad, por su entrega y afabilidad con todos, al tiempo que elevamos nuestra oración por su eterno descanso. También manifestamos nuestro apoyo al Padre Antonio R. Lucena esperando su pronta recuperación, y a toda la familia salesiana, conmovida por esta agresión injustificada", añadían en la nota.

El Obispado de Cádiz mostraba además su "más firme condena a la violencia contraria a la voluntad de Dios y a la enseñanza de la Iglesia que altera la convivencia pacífica deseada por la inmensa mayoría de la población y que perturba profundamente la vida social".

El Sr. Obispo, que se ha personado enseguida en el lugar de los hechos, agradece su colaboración a las autoridades a la espera de que éstos se esclarezcan plenamente. Anima, asimismo, a los fieles de estas parroquias, al clero, a la familia salesiana y pueblo de Algeciras a vivir estos acontecimientos con fortaleza evangélica. Pedimos al Señor que ayude a los damnificados y conceda al pueblo cristiano una esperanza activa para trabajar con misericordia por el bien común, y que la sociedad pueda gozar de una convivencia en paz.