El Pelirón se viste con unas galas cofrades exclusivas
El Consuelo
La hermandad confirmó ayer la nueva estructura que estrenó el año pasado con el Señor del Amparo y el palio de la Virgen.
La hermandad del barrio del Pelirón reeditó ayer la nueva configuración de la corporación tras los cambios importantes del pasado año, en el que incorporó al nazareno del Señor del Amparo, que fue en el paso del Consuelo, mientras que la Virgen estrenó paso de palio. Salvados los problemas técnicos que el ya pasado Miércoles Santo trajo de cabeza a los cofrades del Pelirón, esta vez sí se pudieron gustar con la dolorosa, obra de Pedro Ramírez, de la forma que la corporación lo concibió. Un estilo que ha cultivado esta cofradía, que mantiene contra viento y marea, y pese a que no pocas voces 'entendidas' dicen que debería llevar otros aires más alegres, por aquello de ser de barrio.
Desde un principio, la cofradía de inclinó por la severidad y el rigor penitencial, sin dejar de lado los detalles muy cofrades de la hermandad y con la música en ambos pasos, eso sí, con repertorios acordes con ese espíritu. Como ponen de ejemplo desde El Pelirón, la música y la seriedad no están reñidas. La de La Magdalena de Jerez se dejó oír muy bien tras el misterio, una formación que sigue creciendo en todos los sentidos de forma callada pero avanzando para seguir ganado crédito en el Jerez cofrade. Detrás del palio, los sones de Coria del Río fueron una garantía de calidad.
Y siendo fiel a su guión de cada año, casi el mismo que cuando estaban en la iglesia de Las Viñas, la marcha 'Mater mea' dio salida a la hermandad con un cortejo que sigue siendo más bien corto para una cofradía de dos pasos. No cabe duda que 'competir' en el Miércoles Santo resulta complicado, pero por otro lado, la impronta de la hermandad sigue teniendo su poder de atracción, tal vez menos que si fuera una hermandad de las de capa. Sin embargo, como dicen por allí, calidad sobre cantidad.
El arreglo floral de los pasos fue precioso, para eso está Mateo López, anterior hermano mayor, que de esto entiende y mucho. El andar de los pasos, bien, al ritmo del cortejo. Nazarenos muy juntos y siempre caminando de frente. Ciertamente, fue una delicia ver pasar a esta hermandad, cuya visión invita al deleite de sus formas y que con buen criterio siguen dando una valoración distinta.
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