Procesión de la Patrona de Jerez: Una preciosa vuelta a la normalidad mercedaria
Patrona de Jerez
La Merced salió a las calles de la ciudad para rencontrarse con sus hijos después de dos años de pandemia en una procesión restricciones
Las imágenes de la procesión de la Virgen de la Merced
Jerez/A primera hora de la mañana los más jóvenes de las distintas cofradías ya andaban trabajando en la alfombra que las benditas andas de Nuestra Señora de la Merced pisarían cuando llegara la hora del crepúsculo. La hermandad del Nazareno, por poner un ejemplo de confraternidad y convivencia con los suyos, citó a los jóvenes en San Juan de Letrán. Un desayuno para motivar el trabajo y el posterior traslado hasta la Merced para llevar a cabo su alfombra. Aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para hacer hermandad. Una bonita y sagaz iniciativa.
Posteriormente tuvo lugar la Pontifical que fue presidida por monseñor José Rico Pavés que estuvo acompañado por el Cabildo de la Catedral y sus canónigos. Una celebración sentida y con sentido donde el prelado sacó a relucir las dulzuras de María y el amor que se hunde en las raíces de la ciudad por su Patrona, la bella imagen morena de la Merced. La liturgia y el buen gusto como colofón a todos los actos cultuales que han estado presididos por el padre Enrique Mora, religioso mercedario, que estuvo siempre acompañado por la comunidad de religiosos que conforman la casa de Jerez, con el padre Felipe Ortuno al frente. Así también transcurrió en la misma procesión, antecediendo a los canónigos que acompañaban a Rico Pavés ataviado con la ropa coral. El padre Felipe iba ensimismado. “Una estampa única. La Virgen con la luz de la tarde por la plaza Compañía”, comentaba al paso por el lugar al oído del cronista.
La procesión salió a las 18.30 horas con un amplio cortejo formado por las hermandades que con estandarte corporativo se hacían presentes en esta procesión que da colofón a los fastos de la Patrona de Jerez. Un tanto alteradas en su orden pero unidas por un mismo amor a la Madre de todos los jerezanos. Antecediendo a la cruz de guía del Transporte, la agrupación musical ‘San Juan’ que con sus tronadores tambores llamaban a los fieles a acercarse a las aceras para deleitarse con el paso de la Redentora de Cautivos.
En los tramos finales, el estandarte de la orden tercera del Carmen y la orden tercera de la Merced, siempre sostenida por la familia Vega que no falla ni un año. Añadir la siempre importante presencia de los cofrades del Transporte que tienen en la Patrona a su gran procesión de gloria; ahí es nada. Y tras ellos, el consejo de la Unión de la Hermandades con su presidente a la cabeza, José Manuel García Cordero, la representación de la Academia de San Dionisio y el Cabildo Municipal que estaba encabezado por la alcaldesa, Mamen Sánchez, y representaciones de algunas formaciones políticas. Bajo mazas, como requiere la ocasión.
A partir de ahí, la comunidad mercedaria y el cabildo Catedral junto al obispo de Asidonia-Jerez. Y la Santísima Virgen…
Iba la Patrona con el manto de la coronación que en su día saliera de los talleres de Carrasquilla. La corona de la Coronación Canónica sobre sus benditas sienes. Y su hijo que lo ofrece a todo el pueblo de Jerez. Los esclavitos a los dos lados y unos preciosos pompones de dejaban una fragancia deliciosa a nardos. Cuerpo de acólitos, voces de mando de Martín Gómez con una cuadrilla maciza y tras las andas la Banda Municipal de Música que, no nos cansaremos de reseñarlo, para los pocos integrantes que lleva suena de maravilla. Por la calle Merced acometiendo marchas como ‘Estrella Sublime’ o ‘Virgen de las Aguas’ y en la Compañía con un clásico como es ‘Amarguras’ de Font de Anta. Pero todo el centro era Ella. Su mirada siempre cargada de misterio que tanto reconforta. Ese rostro de madre que conoce a cada a uno de sus hijos y a todos sabe lleva en el redil de su amplio delantal en forma de escapulario. Qué maravilla.
San Marcos
A la llegada de San Marcos se hizo unas preces muy especiales. Los cofrades de la Sagrada Cena siempre están a la altura. Y no es baladí señalar y subrayar el esfuerzo de estos cofrades que colocaron al Señor de la Sagrada Cena en el centro del dintel de la puerta de San Marcos acompañado por la Santísima Virgen de Paz y Concordia en sus Misterios Dolorosos y San Juan al otro lado. Una imagen maravillosa y cargada de belleza gracias al patrimonio escultórico que atesora la hermandad del Lunes Santo.
Tras el momento de oración, la procesión prosiguió por plaza Rivero y Puerta de Sevilla. A partir de ahí, Porvera y el encuentro con los cofrades de la Soledad. Nuestra Madre y Señora de la Soledad esperaba a la Virgen de la Merced en su altar de cultos con toda la candelería encendida. Un ascua de belleza ante el paso de la Patrona.
A la llegada a la Merced, esperaba el último piropo en forma de verso. El cofrade Ángel Rodríguez Aguilocho tiene tablas suficientes. Y lo demostró con un bellísimo pasaje sacado de su pluma desde el clásico balcón de los padres mercedarios. Era la hora de la despedida tras la intervención magnífica de Aguilocho. Era el momento de la entrada de Nuestra Señora de la Merced. Este año con una normalidad total en cuanto al espíritu mercedario que siempre sobrevuela sobre estos momentos históricos de la ciudad. Con un recorrido más corto. Menos pesado y muy probablemente más acertado. El pasado año se recortó por mor de la pandemia y esto ha servido para reinventarse. De diez todo lo ocurrido estos días alrededor de la Patrona. Enhorabuena al pueblo de Jerez.
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