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Jerez, destino de moda para el puente de diciembre

Sesenta años de La Paz afligida

Albarizuela y cofradía, binomio que volvió a hacer grande el Domingo de Ramos

El misterio de la Coronación de Espinas, encarando los primeros metros de la calle Arcos nada más salir de Los Desamparados. Foto: Miguel Angel Gonzalez
Francisco Abuin

29 de marzo 2010 - 10:07

La tarde fue, como cada Domingo de Ramos, diferente alrededor de Los Desamparados. Tarde y noche grande en sabiduría cofrade y en la determinante influencia de La Coronación en la realidad de la actual Semana Santa. Es ineludible la impronta de esta hermandad, también acompasada por un entorno adecuado y perfectamente dibujado para recibir a los nazarenos blancos y negros. El barrio, la gente, el aroma del azahar de los naranjos de Arcos, son algunos de los elementos que forman parte de un escenario exclusivo que ayer formó parte de ese momento muy cofrade que es la salida de la hermandad. La Coronación puso su plateada cruz de guía puntual en la puerta. A quince minutos de las seis de la tarde los primeros nazarenos empezaron a conformar el cortejo en la calle y desde ese instante las elegantes túnicas tomaron por completo la calle Arcos buscando Gaspar Fernández y Bizcocheros. La voz de Manolo Campos empezó a dejarse oír desde dentro hacia fuera, señal inequívoca que media hora después de la Cruz de Guía, el misterio del Señor en su Coronación empezaba a abandonar Los Desamparados. Y lo hizo con el clásico andar de este misterio aderezado con la marcha Coronación de Espinas, una referencia de la música cofrade jerezana. La banda de la Caridad hizo ayer su primer ‘paseíllo’. El remate de la puesta en la calle fue con la salida de La Paz, Dolorosa que está de aniversario al cumplirse 60 años de su llegada a la hermandad, una efemérides que ahora se está celebrando y que tendrá en el otoño su momento culminante. Y mirando la trasera del palio, el manto de La Paz protagoniza otra fecha para el recuerdo, los 50 años de su creación por Elena Caro. Por encima de estas fechas, ayer fue la Paz de siempre con su nube de incienso por delante y a su alrededor perfumando su paso, con la música y compás costalero y buscando los vericuetos del alrededor de San Pedro donde se vivieron un año más esos momentos de enorme engrandecimiento cofrade que al mismo tiempo son ineludibles para conocer en toda su dimensión el Domingo de Ramos, según Jerez.

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