Vestir de penitente puede llegar a los 400 euros entre túnica y cuotas

El coste se reduce en función del tipo y calidad de la túnica. El pago a la cofradía ronda los 60 € al año

Jerez/Si se ha planteado salir de penitente partiendo de cero, es decir, con todo por comprar, el coste puede rondar los 400 y los 200 euros en función del tipo de túnica que tenga la hermandad elegida, las calidades de las telas y la cuota correspondiente de la cofradía. El principal gasto es la confección del hábito nazareno. En este capítulo encontraremos precios muy variados en cuanto a la confección, que en todos lo casos consultados incluyen en sus tarifas las telas y todo lo necesario para su hechura. Hay que diferenciar si la hermandad elegida lleva túnica de capa o de cola. Las primeras, las más caras, están compuestas de tres piezas: túnica, antifaz y capa o escapulario, partes que en casi todos los casos son de telas diferentes usándose más comúnmente el raso, lana o el algodón de calidad para las capas y el terciopelo para los antifaces. Las segundas son más sencillas: de dos piezas, suelen ser de un solo color y un mismo tipo de tela. Los habitual es que las vistan las cofradías de rigurosa penitencia y silencio. La más estandarizada es la de color negro o blanco, que pueden ser de algodón o de ruán, las primeras.

De esta forma y teniendo en cuenta estos factores, la hechura de una túnica de capa usando primeras calidades en sus telas puede tener un coste de 350 euros, aunque también se puede encargar por unos 60 euros con buena confección pero con una muy inferior calidad en las telas. La de cola son llamadas así por el apéndice de tela que cuelga en un lateral del cinto del nazareno que, según la tradición, sirve para el amortajamiento del cofrade cubriendo esta cola el cuerpo. La más usual es la de algodón cuyo coste puede llegar a los 187 euros si es de tela de ruán y baja a los 50 euros con una calidad inferior. A esto hay que añadir los complementos que exige la hermandad, como los guantes, cíngulo y escudos para las de capa, y el cinturón de esparto, escudo y sandalias para las que llevan cola.

Un gasto común para los dos modelos es el capitore que da la forma puntiaguda a los antifaces. El más demandado, por ser más cómodo y duradero, es el de rejilla extensible que permite la transpiración y su adaptación perfecta a la cabeza. Su coste, 18 euros, es muy superior al clásico de cartón.

El siguiente capítulo es ponerse al día en las cuotas de la hermandad. La gran mayoría tienen unificados el recibo del año y la papeleta de sitio, por lo que el importe único a abonar es de unos 60 euros los adultos, existiendo cofradías que tienen establecido un precio inferior para los menores. También están aquellas -las menos- que la papeleta de sitio se separa de la cuota del año y que se paga en las vísperas de la Semana Santa ya que según el sitio que ocupa el nazareno en el cortejo tiene un precio diferente. Como ejemplo, una hermandad de la ciudad, considerada de las importantes, el sitio más caro es el de maniguetero, el penitente cuyo sitio va en una de las esquinas del paso por el que se paga 65 euros, al igual que los que portan una vara en las presidencias. En el estudio, tan sólo tres mantienen este sistema mientras que las restantes cobran recibo y papeleta juntos y los sitios lo va en función de la antigüedad o lo méritos.

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