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Jerez/Los expertos de Meteored han compartido este miércoles sus análisis sobre el tiempo previsto para Semana Santa en España. Hay incertidumbre, pero ya se pueden establecer las tendencias, que actualmente anticipan lluvia en varias regiones.
A poco más de diez días para que comience la Semana Santa, que cae entre el 24 (Domingo de Ramos) y 31 de marzo (Domingo de Resurrección), el modelo meteorológico de referencia en Meteored ya ha permitido hacer un primer pronóstico del tiempo.
Los expertos José Miguel Viñas, Francisco Martín y Samuel Biener han participado en un webinar y pese a que la incertidumbre aún es elevada, los meteorólogos de Meteored han interpretado las anomalías que proyectan los mapas y no descartan las lluvias en unas cuantas regiones.
"La primavera, y con ella la Semana Santa, llegan en un año que está trascurriendo a escala global por todo lo alto, con anomalías cálidas en la mayor parte del planeta, siendo de gran magnitud en algunas regiones terrestres tanto en enero como en febrero. Cada mes transcurrido desde junio de 2023 hasta febrero de 2024 ha sido el más caluroso de toda la serie histórica", explica el meteorólogo de Meteored.
Añade José Miguel Viñas que "la combinación del fenómeno de El Niño con otros factores (anomalías de la temperatura superficial del agua [SST] en grandes regiones oceánicas, menor cobertura de hielo, especialmente acusada en la Antártida,…) ha sido lo que ha propiciado el salto hacia arriba en la temperatura. Se puede afirmar que el calentamiento global ha subido un nuevo escalón".
Explica Viñas que "los océanos absorben el 90% del CO2 procedente de nuestras emisiones, pero a la vista del comportamiento observado en la temperatura el último año, la capacidad de absorción de calor atmosférico por parte de los océanos podría estar empezando a reducirse, lo que explicaría, en parte, ese 'efecto disparo' en el calentamiento de la baja atmósfera y en la SST".
La principal consecuencia de esa mayor cantidad de calor almacenada en la superficie oceánica "es una recarga adicional de vapor de agua al aire, favoreciendo la generación de intensos ríos atmosféricos y contribuyendo a que los fenómenos meteorológicos tengan un carácter más extremo".
Francisco Martín subraya que "la primavera es una estación de transición entre los meses fríos y los cálidos. Es justo ahora cuando el chorro polar, conductor de borrascas y anticiclones, suele migrar hacia latitudes más altas. En estas condiciones las borrascas atlánticas y temporales mediterráneos (si los hay) dan paso a situaciones de vaguadas, descuelgues de DANAs y situaciones tormentosas en el interior peninsular con aportes importantes de precipitación en ciertas regiones españolas".
"Actualmente está desarrollándose el fenómeno de El Niño, aunque ya tiende a debilitarse. La lejanía de este fenómeno hace que sus efectos sobre la España primaveral estén muy difuminados, pero sí se nota de forma indirecta. Se espera que a nivel global marzo y abril de 2024 sigan siendo meses muy cálidos", añade el meteorólogo, que precisa que "nos afectan más las estructuras y evoluciones de otros elementos como el vórtice polar, el chorro polar y las altas temperaturas del Atlántico Norte y del Mediterráneo. Estos dos últimos ahora están mucho más cálidos de lo normal".
Así, "aguas más cálidas suponen unas fuentes adicionales de calor y humedad: gasolina de primera, pero si no hay borrascas, frentes, vaguadas, etc, no debería pasar nada. Con las aguas más cálidas tendremos una subida adicional del nivel del mar y los impactos de borrascas y temporales de levantes en tierra podrían ser más adversos, si se dan".
Teniendo en cuenta que "aún resulta imposible realizar una predicción para un momento concreto en un determinado lugar a plazos tan largos, pero el Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio, cuyo modelo es el que tenemos de referencia de Meteored, estima como escenario más probable a día de hoy la instalación de un bloqueo anticiclónico en latitudes altas, en el entorno de Groenlandia-Escandinavia, para los días grandes de la Semana Santa", asegura Samuel Biener.
La lluvia "es la variable más compleja de predecir a finales de marzo a largo plazo por su mayor irregularidad, pero la próxima Semana Santa podría ser más húmeda de lo normal en zonas del norte y de la mitad occidental", comenta el meteorólogo, añadiendo que "las últimas previsiones muestran que las temperaturas podrían estar en torno a la media de las fechas en la mitad occidental de la Península. Por ahora tampoco se aprecian anomalías significativas en buena parte de la vertiente cantábrica, las mesetas o en el Pirineo aragonés. Se situarían hasta 1 ºC por encima del promedio de la época en el litoral catalán y en los archipiélagos. En puntos de la costa mediterránea podrían registrarse valores de 1 a 3 ºC más altos respecto a la media".
En lo que respecta a las precipitaciones, "de mantenerse las tendencias actuales sería una Semana Santa más lluviosa de lo normal en buena parte de la mitad norte y del oeste, especialmente en Galicia y Cantábrico occidental. No se aprecian de momento anomalías significativas en el resto. El bloqueo en altas latitudes podría favorecer la llegada de borrascas y descuelgues a las inmediaciones de la Península", concluye Biener.
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