Un cartel ‘vintage’ para la Semana Santa de Jerez
Cofradías
La obra de Manolo Cuervo presenta a la imagen de la Esperanza de la Yedra bajo un estilo que no deja indiferente a los cofrades
Jerez de la Frontera/Se desveló el gran secreto que el consejo local de la Unión de Hermandades venía guardando desde hace ya algunas semanas. La Semana Santa de Jerez ya tiene cartel para este año de 2020. Un nuevo tiempo que ha establecido este consejo que, con la excepción de la pintura de Fermín Villaescusa del año 2018, toma una línea ligada al modernismo. O al expresionismo abstracto y al pop, como se ha definido a la obra del autor por los críticos en arte.
El resultado es sorprendente. Y a nadie ha dejado impasible. Si el motivo fundamental de un buen cartel es no pasar desapercibido, el diseño de Manolo Cuervo cumple con los requisitos apropiados. Se trata de una composición de colores fríos donde predomina el verde de fondo y la imagen de la Esperanza de la Yedra. El ancla que simboliza la esperanza y un corazón que contrasta con un rojo vivo atravesado por siete cuchillos.
El acto volvió a tener lugar en los Jardines de la Atalaya, concretamente en la sala de audiovisuales que tanto se presta a los juegos de iluminación y multimedia. Presentado por el periodista Francisco C. Aleu, contó con la asistencia del autor del cartel, los hermanos mayores, el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Joaquín Perea, así como el delegado de Cultura del Ayuntamiento, Francisco Camas.
Arrancó la sesión con la Banda Municipal de Música en un tono muy ‘pop’. Los arreglos especialmente hechos para la ocasión de la marcha ‘Corpus Christi’. En un dos por cuatro que fue muy a tono con el mundo de los años setenta y lo ‘vintage’.
Tras ello, vino uno de los momentos más emotivos. La actuación de Rosario Montoya, ‘La Reina Gitana’, al piano, para acompañar a la artista Lidia Hernández que con su voz sobrecogió al público cantando la bonita plegaria que Antonio Moure compusiera a Madre de Dios de la Misericordia, Reina el Transporte. Un portento de sentimiento, fuerza y devoción en un momento que hizo que el abundante público congregado se levantara de sus asientos.
Fue una noche de contrastes. De la fuerza interpretativa de estas dos grandes artistas jerezanas se volvió al clasicismo de una marcha compuesta por Rafael Márquez Galindo bajo el nombre de ‘Cristo de la Lanzada’, interpretada por la Banda Municipal.
Aleu hizo un magnífico preámbulo y colocó perfectamente en suerte la obra que estaba a punto de descubrirse y las líneas interpretativas de Manolo Cuervo. Y llegó el momento de desvelar el gran secreto.
Una obra única, distinta, moderna y original para algunos y, quizá, para otros, una hipérbole que roza el desencanto sobre un concepto clásico que se origina en el barroco andaluz y que tanto refleja el estilo de las cofradías. Pero una creación que será recordada por mucho tiempo como el cartel del 2020. El cartel ‘popmoderno’. Ahora habrá que calibrar si la obra de Cuervo tiene la suficiente fuerza expresiva para hacer que muchos acudan a Jerez para vivir y sentir la Semana Santa y sus cofradías. Finalmente, el autor del cartel tomó la palabra para trasladar a los congregados las pautas tomadas para llevar a cabo su idea.
Manuel Hurtado, hermano mayor de la hermandad de la Yedra, también quiso agradecer al consejo local y al artista que fuese su imagen la elegida para dar forma al cartel de la Semana Santa.
Por último, Dionisio Díaz, presidente del consejo local de la Unión de Hermandades, describió el ‘flechazo’ que tuvo cuando en el año 2015 vivió un momento único junto a la Virgen en la mañana del Viernes Santo. Además, también quiso hacer un recorrido por los carteles elegidos por el consejo que él preside y un cariñoso agradecimiento a Manolo Cuervo que fue el gran protagonista de la noche así como unas palabras en las que ensalzó las posibilidades comunicativas de este diseño cargado de luz y de esperanza. “Jerez tiene Esperanza”, concluyó.
Francisco Camas tomó la palabra para recalcar la importancia de la Semana Santa jerezana donde se conjuga perfectamente religiosidad, devoción y cultura.
Tras el acto llegaron los corrillos en el denominado ‘Jerez de honor’. Opiniones para todos los gustos. Y un buen ramillete de improvisados críticos de arte que aprovecharon para hacer toda una exégesis de lo representado en el cartel de Manolo Cuervo que, como se preveía, no ha engañado a nadie. Se trata de una obra de gran fuerza expresiva que este año va a tener el privilegio de marcar la flecha de destino hasta la ciudad de Jerez.
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