Y al fin Domingo de Ramos

El tiempo permite a los jerezanos disfrutar de una jornada espléndida con seis cofradías

La Centuria Macarena por las calles de Jerez fue sin duda uno de los grandes atractivos

Imágenes de la Hermandad del Perdón

La Borriquita, a su paso por la Alameda Cristina con el cielo despejado.
La Borriquita, a su paso por la Alameda Cristina con el cielo despejado. / Vanesa Lobo

AL fin. Después de casi dos años sin poder disfrutar de un Domingo de Ramos, Jerez pudo saborear una jornada espléndida. Atrás quedaron los días de incertidumbre, de nervios por mirar los partes meteorológicos y el desasosiego ante el riesgo de quedarse otro año más en casa.

Pero no, esta vez no. Aunque bien es cierto que durante algunas horas, nubes negras amenazaban los cielos, las seis cofradías que componían este Domingo de Ramos pudieron salir a la calle para bien de los jerezanos.

En San José, la emoción por vestir la túnica por primera vez de muchos niños se contagiaba a costaleros y hermanos de reaño por ver que este año sí. Las palmas lucían al viento y el azul de los antifaces de La Borriquita asomó muy pronto, a eso de las cuatro y media de la tarde, por San Marcos.

Bendiciendo a la ciudad, la imagen de Cristo Rey recorrió impecablemente, arropado por su Estrella coronada, la Carrera Oficial, dejando momentos insuperables a su paso por enclaves míticos como Tornería o Carpintería.

Poderosa se presentó La Coronación de Espinas. Había ganas tras un año en blanco, y desde el primer instante, desde sus primeras chicotás por el barrio de La Albarizuela, la hermandad exhibió su grandeza habitual.

Con zancada larga y marcando bien los tiempos se mostró el paso de misterio, donde los sones de la banda de La Sentencia, deseosa de exponer en Jerez tras su paso el pasado Sábado de Pasión por Sevilla, se hizo notar. Detrás, María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción, que celebra este año el 75 aniversario de su llegada a la cofradía, también hizo raya a las órdenes de Isaac Núñez.

Antes, Pasión había levantado el telón de la Semana Grande. Sin alardes, como suele ser, la cofradía de la capilla de Santa Ángela, que poco avanza en el tallado de su paso de misterio, completó estación penitencial sin estridencias, asentada ya totalmente en este Domingo de Ramos.

Esa misma línea la mantiene El Perdón, otra cofradía que sin hacer ruido, sigue mostrando año tras año su crecimiento. El paso de misterio es una maravilla en la calle, ya no sólo por el tallado y la imagen de Pinto Berraquero, sino por todo el conjunto en sí, pues tanto los arcángeles como los padres de la iglesia y los apóstoles, sin olvidar las recientes tallas de Dimas y Gestas estrenadas hace tres años, conforman un todo envidiable.

Afortunadamente, la hermandad pudo hacer frente incluso a un pequeño contratiempo con el llamador a su paso por Lancería, que no afectó en su recorrido. Detrás, la Virgen del Perpétuo Socorro, con un exorno floral en tonos rosáceos, que daba al palio un aire muy elegante.

El Señor del Consuelo, a su paso por la calle Ancha.
El Señor del Consuelo, a su paso por la calle Ancha. / Vanesa Lobo

Pero si había algo que llamaba ayer la atención de los jerezanos era ver por las calles de Carrera Oficial, en su camino de ida (ya que a partir de la Catedral se incorporaba Nuestro Padre Jesús de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas) a la Centuria Macarena.

Escuchar a la banda sevillana es simplemente una delicia y un privilegio, como demostraron en su discurrir por calle Merced y especialmente en su entrada en calle Larga, con dos marchas consecutivas en las que la cuadrilla del Señor del Consuelo disfrutó de lo lindo.

La hermandad mercedaria, que contó un año más con su Guardia Romana antecediendo al paso de misterio, demostró que es, sin duda, uno de los grandes atractivos de esta Semana Santa. Además, la nota curiosa la protagonizó la presencia en la presidencia del jefe del estado mayor del Ejército de Tierra, Amador Enseñat, que acompañó a los titulares en su estación penitencial.

Exquisito fue también el palio de Madre de Dios de las Misericordias, andando con donosura bajo el martillo de Manuel Monje ‘Pau’ y luciendo orquídeas blancas, ideales para esos tonos ocres de su manto y techo de palio.

La grandeza de este Domingo de Ramos se cerró con la Hermandad de Las Angustias. El campanil tocando a duelo advertía la presencia de esta venerable cofradía, que se encuentra celebrando el centenario de su reordenación.

Un nazareno de la Hermandad de Las Angustias.
Un nazareno de la Hermandad de Las Angustias. / Candela Núñez

Con la Escolanía y esas voces pueriles que consiguen crear un contexto particular, el misterio, donde sobresalía un precioso monte de claveles rojos con rosas rojas rodeando la cruz, avanzó por las calles de Jerez con ese paso racheado bajo las órdenes de Quino Bernal.

Fue, sin duda, una jornada grande y que sirvió para que Jerez volviera a disfrutar de un Domingo de Ramos de auténtico lujo.

stats