La fe no tiene precio, pero para todo lo demás...

La confección de túnica, sacar la papeleta de sitio y el pago de la anualidad de una hermandad son los peajes a los que se enfrenta cualquier nazareno

J.p. Lobato

17 de abril 2014 - 15:26

Jerez/A pesar de que, evidentemente, no se le puede poner una cuantía económica a la fe que procesa cualquier persona que se viste de nazareno para acompañar a su hermandad, el hecho de querer hacer estación de penitencia hermandad conlleva unos gastos que nacen de la personalidad y organización de la propia cofradía.

Lo que sí suele tener un coste medio en todas las hermandades es la papeleta de sitio que garantiza el puesto en el cortejo. Aún quedan algunas cofradías en las que hay que aportar por un lado la anualidad y por otro el coste de la propia papeleta, pero en la mayoría de las corporaciones es un pago unificado que ronda entre los 50 y 60 euros, que viene a ser el mismo precio que con el otro sistema. En las corporaciones se llegó a la unificación de los dos pagos con la intención de que los hermanos entendieran la salida procesional como un acto más de culto dentro de la propia hermandad y no como algo aislado o separado de la vida eclesiástica.

Sin embargo, no es en la papeleta de sitio, ni mucho menos, donde radica el mayor desembolso a la hora de hacer estación de penitencia, sino en la confección de una túnica. Es en este aspecto donde tiene una importancia esencial el carácter de la hermandad, ya que es lo que va a elevar en coste en cuanto a detalles y tela, por el tipo y los metros utilizados. Bien es cierto que muchas corporaciones tienen túnicas propias e incluso las alquilan a sus hermanos para hacer estación de penitencia.

Para establecer este baremo de precios, qué mejor que utilizar de base la experiencia del bordador Ildefonso Jiménez, que lleva 25 años al cargo de la confección de túnicas para la Semana Santa jerezana, entre otros muchos trabajos. El experto mencionaba que “en la ciudad tenemos una gran parrilla de túnicas. Sin duda, la más barata puede ser Amor y Sacrificio, que ronda los 80 o 90 euros, en contraposición a otras que completas salen por unos 600 y pico de euros”.

El bordador ofrece en su negocio la túnica completa, es decir, “con todos los complementos incluidos en el precio, como soncapirote, escudo, zapatos, hebillas, guantes, cíngulo, capirote, esparto, camisas, botonadura...”. Estos detalles son los que encarecen, básicamente, el coste de una túnica.

La de Amor y Sacrificio resulta la más barata debido a que es una túnica “simple, sin cola y sin capirote”. Seguida de la de Madre de Dios, entrarían las túnicas de cola del estilo de Las Angustias o Santo Crucifijo, que pueden estar en torno a 140 y 160 euros. Como siempre, depende de la tela (terciopelo, raso, sarga o ruán) y los elementos que acompañen la vestimenta.

Sin embargo, en lo que no hay duda es en el elemento más caro de la Semana Santa jerezana: el ‘bacalao’ de los cargadores de El Cristo, que junto al coste de la túnica puede llegar “a los 600 euros. En su confección se emplean tres tipos de tejido y se pasan muchas horas de mano de obra en el ‘bacalao’, que es exclusivo de cada persona”, explicaba Jiménez.

Dentro del catálogo de túnicas más ‘típicas’, es decir, las de antifaz y cola, las más caras suelen ser “las de Soledad y Coronación. No tanto por el tejido sino por la combinación de la misma con la botonadura, ojales en las mangas, las bocamangas de otro tejido, botón combinado, las vueltas... La confección, el detalle y el acabado de la túnica es lo que encarece el precio de esta túnica, que puede llegar a costar, completa, en torno a los 300 euros”.

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