Jerez vive intensamente el día de su Patrona, Nuestra Señora de la Merced

Jornada grande en la ciudad al celebrarse la festividad de Nuestra Señora de la Merced. Un día que se despertaba con una óptima temperatura y que sirvió para que los más jóvenes cofrades plantaran las alfombras que sirvieron de piso perfecto para la vespertina procesión a la Patrona de la ciudad. Ajetreo y dedicación para dibujar motivos marianos dedicados a la Santísima Virgen.

Mientras, en el interior del templo basilical, a las diez y media, la alcaldesa de la ciudad, María José García Pelayo, ofrecía a las plantas de la Virgen de la Merced la Renovación del Voto de la Ciudad. Una renovación que estuvo plagada de gracias a la Madre de todos los jerezanos. “Gracias por tu ayuda en estos meses de trabajo por y para la ciudad, siendo conscientes de que somos servidores públicos para alcanzar el bien de los más desprotegidos”, enfatizaba García Pelayo. Un momento histórico que la alcaldesa no quiso pasar por alto al valorarlo como “parte de nuestra cultura todo el patrimonio devocional a Nuestra Madre”.

Estuvo presente monseñor José Rico Pavés en la renovación del voto, acompañado por los canónigos del Cabildo Catedral. Fue el prelado asidonense quien respondió ante la renovación del voto apostando por “la sinodalidad”, que no es otra cosa que aunar esfuerzos entre todos para hacer una ciudad más digna siempre contemplando “los brazos extendidos de la Santísima Virgen que nos ofrece a su Hijo”. Posteriormente tuvo lugar la pontifical que estuvo presidida por el propio Rico Pavés.

A las seis y media de la tarde, llegaba la hora de la salida de la Patrona a las calles de Jerez. Salía la cruz de guía, junto a la agrupación musical ‘San Juan’, antecediendo a una larga comitiva que precedía el paso de Nuestra Señora. El templete servía como marco para contemplar la mirada enigmática y bellísima de la Virgen de la Merced. Luciendo la corona de Fernando Marmolejo para su Coronación Canónica en el año 1961 por voluntad expresa de la Santa Sede. Con la salida de la Patrona, atacaba la banda de música de ‘Santa Ana’ de la localidad sevillana de Dos Hermanas con ‘Estrella Sublime’ de López Farfán. Después vino un repertorio muy acertado para una procesión de alabanza y gloria que fue acompañando con fuerza al paso de Nuestra Señora.

Acompañaba gran parte de la Corporación Municipal, bajo maza, así como sacerdotes, religiosos —con especial mención a los padres mercedarios como custodios del patrimonio devocional de la Patrona— y otras instituciones y corporaciones de la ciudad de Jerez. Las hermandades de la ciudad, siempre presentes en la procesión de la Merced, y el consejo local de la Unión de Hermandades encabezado por su presidente José Manuel García Cordero.

El itinerario de este año, mucho más recortado por las obras que se están desarrollando en las zonas del casco histórico, pasó por la calle Ancha, Ponce, Guadalete para salir a la gran explanada del Mamelón, internarse por Cristina y volver por la Porvera hasta su templo por el mismo camino de la ida.

Una vez llegada la procesión a la puerta de la basílica, llegó el momento de los bellísimos versos que David Puerto dedicó a la Patrona de la ciudad. Se trataba del tradicional fervorín que sirve como piropo de versos bien alineados como despedida en las calles de la Madre hasta el año que viene.

Bien por David Puerto que bordó el momento y bien por toda la organización de la procesión que, un año más, corrió por parte de los cofrades de la hermandad mercedaria del Transporte.

Así se culminaba una de las jornadas más históricas e importantes para la ciudad. Parafraseando a la alcaldesa María José García Pelayo, toda la ciudad se postró ante sus Mercedes dando las gracias por concederle vivir, un año más, la hermosura serena de la Santísima Virgen que rezuma historia, belleza y devoción.