La inactividad de un Jueves Santo que ya forma parte del recuerdo
Semana Santa Jerez 2020
La tónica de la jornada del Amor Fraterno estuvo en la ausencia de actos en las cofradías
Jerez/Ayer fue el Jueves Santo más extraño que posiblemente haya vivido nadie. Ni tan siquiera hace ahora ochenta y cuatro años tuvo que ser tan extraño. Si en el año 1936, la última suspensión de la Semana Santa, se produjo por el riesgo de fuertes altercados del orden público, en esta ocasión ha sido la pandemia del COVID-19 que está sufriendo el país el que obliga a la población a estar confinada en sus domicilio, ofreciendo una imagen de la ciudad que nadie haya vivido y ni tan siquiera haya referente en la historia de la ciudad desde la Reconquista cristiana.
La tónica general fue esa. La inactividad total y el cierre de todos los templos de la ciudad durante toda la mañana. Por la tarde, a la hora de los Santos Oficios, las iglesias celebraron la liturgia de la Institución de la Eucaristía. Una celebración que también se vio mutilada al no poderse llevar a cabo el lavatorio de pies que forma parte de la tradición cristiana en el Jueves Santo. En los templos estuvieron solo algunos feligreses cuando no los mismos sacerdotes y las celebraciones se llevaron a cabo a través de los distintos canales de internet a los miles de fieles que aguardaban en sus casas la celebración. Hoy, Viernes Santo, seguirá la misma línea. Inactividad y la celebración de la pasión y muerte del Señor.
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