Un Martes Santo de sobresaltos

La lluvia obliga a suspender la estación penitencial de la Clemencia, Salud de San Rafael y Salvación que tras refugiarse en Santo Domingo y La Victoria, tuvieron que volver a sus templos horas más tarde

La Defensión fue la única en llegar a Catedral, ya que el Desconsuelo, Bondad y El Amor no salieron

Imágenes de la Hermandad del Amor en el Martes Santo de 2025

El paso de Salvación, con los titulares de la Soledad al fondo, en la iglesia de la Victoria.
El paso de Salvación, con los titulares de la Soledad al fondo, en la iglesia de la Victoria. / Candela Núñez

EL Martes Santo de 2025 no fue fácil para nadie. Como era de esperar, el paso de frentes esporádicos mantuvo en vilo a las siete hermandades desde bien temprano. Las previsiones eran claras, entre las 3 y las siete, la lluvia podía aparecer.

Por esta razón, la primera cofradía que tenía que salir a la calle, Bondad y Misericordia, anunció pasadas las tres de la tarde su intención de no hacer estación de penitencia. La noticia contrastaba con lo que sucedía al otro lado de la ciudad, en el Chicle, donde la Cruz de Guía de San Rafael se colocaba en la puerta de la parroquia ante el aplauso generalizado.

Costaleros de Bondad, desolados tras la decisión.
Costaleros de Bondad, desolados tras la decisión. / Vanesa Lobo

El Martes Santo había arrancado, ahora bien, estaba por ver qué pasaría con el resto de hermandades. Se lo pensó poco La Clemencia, una cofradía valiente, como ya demostró el año pasado, y a eso de las cuatro y media de la tarde, Salvación también anunció que iniciaba su camino hacia la Catedral. Todo parecía transcurrir con normalidad.

A eso de las cinco y media de la tarde, el cielo comenzó a encapotarse. Desde San Mateo llegaba la noticia de que la junta de gobierno del Desconsuelo había pedido una demora, algo parecido a lo que acontecía unos metros más allá, en la calle San Juan, donde El Amor también solicitaba una tregua.

Las nubes amenazantes que habían empezado a surcar el cielo de Jerez rompieron en una lluvia débil pero continuada, poniendo en jaque todo lo que estaba sucediendo. La Cruz de Guía de la Clemencia se encontraba ya en el palquillo de hora, y sus pasos de misterio y palio avanzaban por calle Santo Domingo. Salud de San Rafael, por su parte, esperaba en Eguilaz para virar hacia Aladro, y Salvación, bajaba por Lealas buscando Porvera.

Salud de San Rafael, saliendo de su templo.
Salud de San Rafael, saliendo de su templo. / Manuel Aranda

La intensidad de la lluvia aumentó minutos después, y provocó que las hermandades tuvieran que actuar de urgencia. La Clemencia corrió hacia Santo Domingo para refugiarse, igual que Salud de San Rafael, mientras que Salvación encontró acomodo en la Victoria, evitando así un problema mayor.

Por momentos, la situación se había complicado y tanto el público que esperaba en puntos como San Mateo o la capilla del Amor, o los que ya deambulaban por el centro, se temieron lo peor.

Antes de la siete de la tarde, el Desconsuelo anunció, tras la reunión de su junta, que no haría estación de penitencia. La situación vivida en 2024 y unos pronósticos que no convencían, hicieron que el cabildo rechazase la posibilidad de salir a la calle.

Le siguió, apenas unos minutos después, la Hermandad del Amor, que por segundo año consecutivo se quedaba en su casa ante la desolación de sus cofrades. La capilla fue un reguero de lágrimas, en una decisión que costó tomar a su nueva junta, que se estrenaba, más si cabe después de haber pasado por una situación similar el pasado año.

El paso de la Defensión, tras salir de Capuchinos.
El paso de la Defensión, tras salir de Capuchinos. / Vanesa Lobo

Sin embargo, cuando todo parecía perdido, justo pasadas las siete de la tarde, La Defensión anunció que hacía estación de penitencia. La noticia sorprendió a todos, porque si hay una cofradía rigurosa en este tipo de situaciones es la hermandad franciscana. Sus motivos había. En efecto, la junta había recibido partes optimistas en las horas venideras y decidió salir a la calle.

El Cristo de la Defensión y María Santísima de la O iniciaban entonces su recorrido hacia la Catedral en medio de gran expectación, pues el público centró sus preferencias en la única hermandad que iba a llegar al templo catedralicio.

La Salvación, que se encontraba en La Victoria, regresó, como manda la normativa diocesana, por el camino más corto a casa. Así, a eso de las siete y veinte, la Cruz de Guía se puso en la calle y comenzó su camino de vuelta con celeridad aunque perfectamente arropada por el sonido de la Banda de los Polillitas de Cádiz. Antes de las diez entró en la parroquia del Perpetuo Socorro.

La Clemencia, avanzando por el Polígono San Benito.
La Clemencia, avanzando por el Polígono San Benito. / Candela Núñez

La Clemencia, una vez que la Defensión se adentró en Carrera Oficial, emprendió también su vuelta a su barrio, atajando su recorrido por calle Larga, Plaza del Arenal, calle Armas y bajando por la Alcubilla hasta Cuatro Caminos hasta alcanzar Federico Mayo.

Hasta entonces, la hermandad había exhibido por las calles de Jerez su buena proyección, ya no sólo por ese conjunto escultórico que crece, dando al paso de misterio un toque majestuoso (este año estrenaba centurión), sino como cofradía, aumentando su número de hermanos y dando muestras de seriedad en todo el recorrido.

La última en retornar fue La Clemencia, que esperó a que Salud de San Rafael abandonara Santo Domingo para volver a reorganizar su cortejo y volver al Polígono San Benito. Su regreso regaló a sus hermanos momentos emotivos que sirvieron para quitar el mal sabor de boca de este Martes Santo.

stats