”Jerez tiene su estilo propio para enjoyar a sus Dolorosas”
Cofradías
Luis Prieto Sánchez e Isabel Núñez Díaz, del taller de joyería ‘El Oribe’ edita un libro en el que se destaca la tradición de las ‘Joyas en el vestir de la Virgen’
Jerez/—El taller de joyería jerezano ‘El Oribe’ comenzó hace 15 años ofreciendo un plus de más como la reparación cualquier tipo de pieza o personalizar o transformar una joya con nuevos elementos partiendo de una anterior. Isabel, ¿vuestra línea ha estado siempre ligada a la innovación?
—Al menos eso es lo que hemos procurado desde el principio. Por un lado preparamos cada temporada nuestras colecciones de joyas, que tienen un aire muy fresco. Son piezas actuales, sencillas y ponibles. Por otro lado, están las que llamamos ‘joyas irrepetibles’; nos divierte convertir en alhajas objetos que no lo eran, dándoles una segunda oportunidad. Hemos hecho piezas con trozos de porcelana china o baquelita, con cubiertos de plata, con botones antiguos de bronce… Además, está nuestro interés por las joyas antiguas. Nos encanta restaurarlas o hacer interpretaciones basadas en modelos históricos, que nos sirven de inspiración. De este estilo son las piezas que se han hecho en el taller para algunas cofradías.
—Posteriormente, el taller se especializa en las joyas en las imágenes marianas ofreciendo conferencias y divulgación histórica sobre este asunto.
—Realmente va todo relacionado. Nuestro interés por la joyería histórica nace para conocer las técnicas y los estilos de otras épocas y poderlos aplicar a nuestras creaciones. Sin embargo fuimos viendo que también nos interesaban otros aspectos asociados a ellas, distintos a los meramente estéticos o artísticos. Las joyas nos contaban muchas cosas de cada momento histórico y nos llamó la atención especialmente el carácter devocional que adquirían al ser ofrecidas como exvotos. A partir de ahí, es Luis quien desarrollará esas charlas, en las que se explica el papel fundamental de las joyas como parte de la iconografía mariana. Todo ello contado entre anécdotas curiosas que van a rodear a algunas de las piezas.
—Ahora llega el momento de presentar un libro titulado ‘Las joyas en el vestir de la Virgen’ ¿Qué aportación ofrece esta entrega literaria?
—Creemos que se trata de una temática novedosa, a la que le quisimos dar un carácter divulgativo y didáctico. En nuestro país existen trabajos académicos muy especializados sobre joyería, que tratan sobre piezas que forman parte de importantes joyeros marianos, teniéndose un gran conocimiento al respecto. Pero quizá faltaba relacionar arte y devoción y presentarlo de una manera asequible para el gran público. Es posible que ésa sea nuestra mayor aportación. En el libro contamos cómo las joyas ya estaban presentes en las primeras representaciones que se conservan de la Virgen, datadas en el s. III. Hablamos de la evolución del enjoyamiento en las imágenes marianas en España desde entonces hasta hoy, que se ha desarrollado de una manera muy amplia y rica. Sin olvidar las alhajas de los joyeros importantes, ni tampoco algunas de las coronas o piezas más icónicas. Sin embargo también tienen su sitio importantes joyas no tan conocidas. Creemos que hemos conseguido hacer un libro ameno. Tiene 374 páginas e incluye 260 fotografías. Además, cuenta con prólogo de Letizia Arbeteta, la mayor especialista a nivel internacional de joyería hispana del momento, y epílogo del profesor Jesús Romanov, gran conocedor del arte sacro y de la historia de las cofradías. El hecho de que ambos accedieran a colaborar en este proyecto nos llena de satisfacción.
—¿Ha habido una preocupación de las hermandades por tener bien enjoyadas a sus imágenes o siempre ha sido un asunto del que se preocupaba el vestidor?
—Realmente, el alhajamiento en las imágenes de la Virgen se ha dado a lo largo de la historia tanto en las imágenes de gloria, donde persiste y nunca se ha perdido, como en las imágenes de dolor. A partir de la década de los 80-90 del siglo pasado, a causa de las modas y de una mal entendida búsqueda de la elegancia basada en la austeridad, prácticamente se dejaron de enjoyar a las dolorosas. Sin embargo, parece que a día de hoy en las cofradías hay mayor conciencia de que las joyas siempre han formado parte de la iconografía de la Virgen, y se les están volviendo a poner de manera abundante.
—Como entendidos en la materia sabrán de auténticas maravillas que van en los pecherines de las vírgenes en Semana Santa.
—Desde el mismo momento en que se comenzara a sobrevestir con telas a las primitivas imágenes románicas o góticas, al menos desde el siglo XIII, se sabe que ya se les prendían alhajas. Primero sobre el manto y más tarde sobre los propios ropajes, al modo que lo hacían las damas de la corte o la propia reina. Existe un fenómeno que se da en el tercer cuarto del siglo XX, que nosotros hemos denominado en el libro como "el sobreenjoyamiento", donde el uso de alhajas en las imágenes era extremo. Por las fotos que se conservan de la época, apreciamos cómo las joyas se amontonaban sobre el pecherín, el tocado, la saya, las mangas o el manto. Incluso sobre la corona o el cetro se sobreponían joyas. La mayoría de ellas serían piezas prestadas por los fieles, siendo las alhajas más importantes ofrecidas normalmente por familias destacadas cercanas a cada cofradía. En Jerez, como en muchos pueblos de Cádiz, el préstamo de joyas se sigue dando, algo que se ha perdido en casi todos sitios. Nos pareció espectacular la cantidad de ellas que volvía a portar la Esperanza de la Yedra en 2019, después de varias décadas sin hacerlo, y la manera tan elegante que eligió su vestidor para colocarlas. Lo mismo que Salud y Esperanza, la dolorosa de la Hdad. de la Clemencia. Creemos que esto no hace más que confirmar lo que llevamos algún tiempo vaticinando, que es que el enjoyamiento ha vuelto para quedarse.
—¿Según el estilo de una cofradía una Virgen debe ir enjoyada de una forma u otra?
—No. (Risas). Las joyas son parte de la iconografía de la Virgen, como lo son los ropajes ricos bordados y los atributos propios de su realeza terrenal y celestial (corona, cetro, luna, ráfaga y rostrillo). Si nadie se plantea que para imprimir un carácter más serio a una cofradía hay que quitarle la corona o sustituir un manto bordado por uno liso a una Virgen, nadie debe hacerlo con las joyas. Hasta los años 80 del siglo pasado, esto se tenía muy claro. Ahí están las fotos de los años 70 de la Soledad de San Lorenzo de Sevilla, cuajada de pies a cabeza de alhajas. Las joyas van a actuar como complemento a la iconografía de la Madre de Dios como Reina del Cielo, que junto al resto de aditamentos y atributos, van a ayudar a presentarnos a la Virgen en Majestad, exultante, como Mujer Perfecta y Modelo de creyentes, independientemente de si se trata de una imagen letífica o dolorosa y de si la cofradía es de cola o de capa.
—¿Qué nivel tiene Jerez a la hora de saber enjoyar bien a su imagen mariana?
—En esta ciudad podemos alegrarnos de que se conserven ciertos estilismos más acordes a tiempos pasados que por suerte han quedado petrificados, y dotan a nuestra Semana Santa de una idiosincrasia propia para ciertos aspectos. Aún se conservan muchas de aquellas coronas grandes de altos resplandores redondos ejecutadas a partir de los años 50, que en otros lugares ya se han sustituido. La corona de la Amargura, la de Madre de Dios de la Misericordia, la de Ntra. Sra. del Traspaso, la de Paz y Aflicción, la de la Soledad, y muchas otras son ejemplos de ello. Eso unido a la anchura en la colocación de los mantos, algo más generosa que en otros lugares donde se ha preferido buscar un perfil más esbelto, son sutilezas que hacen que el palio jerezano se diferencie del resto. Esto es algo, además, que se valora mucho fuera de aquí. Con el tema de las joyas pasa algo parecido. En Jerez se han seguido enjoyando generosamente imágenes como la Virgen del Desconsuelo de los Judíos, o el Desamparo del Prendimiento aun cuando las modas marcaban lo contrario, haciendo alarde del carácter desacomplejado que conservamos en Jerez y que hoy en día es una de nuestras fortalezas.
—¿Me podrían poner algún ejemplo de una Virgen que sea modelo a seguir por el gusto con el que le son colocadas sus joyas?
—Se nos vienen muchas a la cabeza. En Jerez, quizá por cantidad y calidad de las piezas, y también por su acertada colocación, diríamos que la Virgen de la Merced y Ntra. Sra. del Carmen. Como iconos fundamentales diremos la inconfundible silueta de la Virgen del Rocío, con su corona, luna y ráfagas de puntas, o la Esperanza Macarena con sus mariquillas, ambas reconocibles en el mundo entero. Por la calidad y valor de las piezas, se nos ocurren otras muchas: la Virgen de la Caridad de la Sanlúcar, o la de las Nieves de la isla canaria de la Palma, con sus respectivos rostrillos de esmeraldas. También la soberbia imagen de Ntra. Sra. de Gracia de Carmona, con su impresionante joyero, Mª Stma. de Araceli de Lucena y las magníficas tallas antequeranas, con unas espectaculares piezas antiguas. Incluso nos acordamos de imágenes que a día de hoy se nos muestran sin aditamentos ni ropajes, como la Virgen de los Desamparados de Valencia, la de Atocha de Madrid o la de Montserrat en Cataluña, pero que en otro tiempo fue costumbre sobrevestirlas y enjoyarlas de una manera abundante.
—Publicar en este tiempo tan complicado supongo que ha debido de ser complicado tanto para la editorial Almuzara como para los autores. Han sido muy valientes.
—Cuando nuestra editora nos llamó el pasado 19 de marzo, tenía preparadas dos noticias que darnos. Una buena, pues el libro ya existía físicamente porque acababa de terminar de imprimirse. Y una mala, que era que su distribución iba a ser más lenta de lo normal, por la situación del estado de alarma recién decretado. Su venta, hasta nueva orden, tan sólo podría hacerse por internet. Sin embargo, estamos muy contentos porque lo que a priori parecía algo negativo, tornó en positivo. La acogida que ha tenido la publicación ha sido muy buena. Parece que el estado de confinamiento ha ayudado a ello. Eso, y quizá también las redes sociales, que han permitido que se conozca el libro y que haya crecido el interés por él. Estamos sorprendidos y agradecidos.
—¿Dónde se puede adquirir el libro?
—Continuará disponible en las principales plataformas de venta de libros on line, como hasta ahora, tanto en formato papel como en e-book. Pero desde esta misma semana se encontrará también en todas las librerías, que por fin han podido abrir. Es una gran noticia que los ciudadanos podamos volver a las librerías y que los libreros puedan empezar a recuperarse de estos casi dos meses de cierre.
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