La peor Semana Santa (climatológicamente hablando) que se recuerda
Más de una treintena de hermandades han tenido que suspender su salida procesional por la lluvia
Desde 2011 no se habían quedado tantas cofradías en sus templos
Guía de la Semana Santa de Jerez
Con la suspensión de la procesión del Resucitado, ya se puede decir que esta, la de 2024, ha sido la peor Semana Santa que se recuerda, climatológicamente hablando.
Todos los días llovió, con mayor o menor intensidad —desde el Domingo de Ramos hasta la tarde del Sábado Santo se han contabilizado más de 52 litros por metro cuadrado en la ciudad—, una inclemencia que ha provocado el mayor número de suspensiones de salidas procesionales de las hermandades de las ciudades de la historia reciente de la ciudad por causas atribuibles a la climatología. Claro está que en 2020 y 2021 no hubo procesiones en las calles debido a la pandemia del coronavirus, una circunstancia excepcional que no se ha tenido en cuenta en la elaboración de esta estadística.
Coincidiendo con los 40 años que Diario de Jerez lleva editándose, este medio ha dado un repaso a todas las Semanas de Pasión desde que salió a la calle el número uno. Y la conclusión es rotunda: 2024 pasará a la historia como la del mayor número de hermandades que no pudieron hacer su salida procesional por la climatología.
Hasta este año, la Semana Santa más aciaga había sido la de 2011. En aquel año fueron 15 las cofradías que tuvieron que suspender su salida procesional. Mientras, 19 pudieron salir, aunque algunas tuvieron que acortar recorrido o refugiarse porque les llovió cuando estaban en la calle.
Dos años después, en 2013, fueron nueve las corporaciones que optaron por no poner su cruz de guía en la calle. Y en 2003 y 2008, con un número inferior de hermandades respecto a las que actualmente procesionan en Semana Santa, se quedaron siete en sus templos.
Este 2024 ha roto desgraciadamente todos los registros. Tras la suspensión del Resucitado, 33 cofradías se han visto obligadas a suspender sus salidas. Doce, en cambio, han podido salir, aunque buena parte de ellas tuvieron que regresar rápidamente a sus sedes canónicas o buscar refugio ante la aparición de la lluvia.
En estos 40 años, es en la Madrugada donde se concentra el mayor número de hermandades que rehusaron a realizar su salida procesional. Como es bien sabido, es el Santo Crucifijo la que acumula en este periodo un mayor número de suspensiones —ocho, concretamente (1985, 1998, 2002, 2004, 2011, 2013, 2018 y 2024)—.
Le sigue la hermandad de las Cinco Llagas, que no han salido de San Francisco en seis madrugadas en las últimas cuatro décadas (2002, 2004, 2007, 2011, 2018 y 2024). Y le siguen la Buena Muerte, la Yedra y la Defensión, que se vieron obligadas a no salir hasta en cinco ocasiones en los últimos 40 años.
En cambio, si no se tienen en cuenta las últimas hermandades que se han incorporado a los días santos, es la Sagrada Lanzada que, hasta el pasado 2024, no había faltado ningún Jueves Santo en los últimos 40 años.
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