El recogimiento y el silencio blancos de San Juan

El Cristo del Amor

El Paso de Jesús Cautivo acaparó gran parte de los estrenos de la cofradía

Un niño contempla ayer el inicio de la estación de penitencia del Cristo del Amor desde esa atalaya privilegiada que son los balcones.

Foto: Juan Carlos Toro
Un niño contempla ayer el inicio de la estación de penitencia del Cristo del Amor desde esa atalaya privilegiada que son los balcones. Foto: Juan Carlos Toro
Ana De Pablos

31 de marzo 2010 - 01:00

El cortejo blanco avanza por las calles de su barrio de San Juan. Poco antes de las seis de la tarde, se habían abierto las puertas de la capilla, y la Cruz de Guía del Santísimo Cristo del Amor aparecía en el dintel, entre el recogimiento de sus fieles que esperaban expectantes el inicio de este Martes Santo, tras las incertidumbres y el suspense vivido en la jornada del Lunes. Con el cielo como acompañante, el cortejo de nazarenos del Cristo del Amor avanza por las estrellas calles de su barrio, entre la devoción de la multitud agolpada en los aledaños de la capilla.

Tras la primera comitiva, abandona el refugio de su templo el paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo, bajo las sabias órdenes de Juan Vega, exornado de claves rojos, que estrena en esta Semana Santa de 2010 la finalización de la talla, para el próximo año se espera el dorado del mismo, así como los faldones de damasco, donados por la querida hermana Aurora Real Organvides. No son los únicos estrenos de la blanca Hermandad, la vestimenta de las Marías, Magdalena, Salomé y Cleofás, donadas por el grupo de mujeres de la hermandad, incensarios, túnicas y roquetes para el cuerpo de acólitos procesionan también por primera vez en este esplendoroso Martes Santo. Bajo los sones de la Agrupación Musical San Juan de Jerez completará su estación penitencial a la Santa Iglesia Catedral.

Lento, con recogimiento e infinita fe, el cortejo busca la Carrera Oficial, mientras los aplausos acompañan la salida procesional del bellísimo paso del Santísimo Cristo del Amor. A las órdenes de Manuel Vega, auxiliado por su hijo, la cuarentena de costaleros inicia su estación penitencial con la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Evangelista de la localidad sevillana de Triana como el perfecto acompañamiento musical. Las miradas cómplices se concentran en los faldones del Paso del Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora de los Remedios, confeccionados en terciopelo grana con broches bordados en oro en todas sus esquinas y cartela en el frontal del paso con la leyenda Deus Charitas Est, otro de los estrenos de la Hermandad del Amor y copia idéntica al del paso antiguo.

Tras una brillante estación penitencial, plena de vivencias cristianas y recogimiento cofrade, la Hermandad vive emotivos momentos en el retorno a su templo por las calles de su feligresía. Peones, Carpintería Baja o el Carmen son escenarios de la magnífica vuelta del blanco cortejo nazareno a su Capilla del Cristo del Amor. Las saetas, oraciones musicales, rasgan el aire nocturno para acompañar la entrada de los titulares de la Hermandad de San Juan.

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