Miércoles Santo
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Sábado de Pasión y multitudes

La Hermandad de la Entrega y la Agrupación Parroquial de Barbadillo exhiben su grandeza en una jornada en la que el tiempo fue benevolente

Todas las imágenes del Sábado de Pasión en Jerez

El paso de misterio de La Entrega avanzando por la calle Bizcocheros en su intersección con calle Caracuel.
El paso de misterio de La Entrega avanzando por la calle Bizcocheros en su intersección con calle Caracuel. / Vanesa Lobo

La incertidumbre que daban las nubes negras de las primeras horas de la mañana dio paso a una jornada de Sábado de Pasión espléndida. Y eso que por momentos, a eso de la una del mediodía, algunas gotas hicieron acto de presencia al paso del Señor de la Entrega por las calles de Guadalcacín, algo que afortunadamente quedó en anécdota.

La realidad es que a partir de las cinco, el sol asomó por fin la cabeza por el cielo de Jerez, brindando a la Hermandad de La Entrega y a la Agrupación Parroquial de Humildad y Barbadillo una tarde noche casi perfecta, y donde sólo el fuerte viento deslució un poco su discurrir por las calles de la ciudad.

Desde Guadalcacín, la Entrega lo volvió a hacer. En medio de gran expectación, las puertas de su parroquia se abrieron al filo del mediodía para emprender de nuevo otra estación penitencial a la Iglesia de San Marcos.

Con paso firme y arropado por un gentío durante todo el recorrido, la voz de Tomás Sampalo fue motivando una y otra vez a los suyos, contagiando incluso a todo el público que le acompañaba. El capataz jerezano fue protagonista también de algunos de los momentos emocionantes de la jornada, uno de ellos, la bonita levantá que hizo con Rocío García, madre del pequeño Martín, que padece una enfermedad rara, mientras le sostenía en brazos.

El Señor de la Entrega, recién restaurado por José Antonio Navarro Arteaga, lució con la elegancia que le caracteriza, primero bajo los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Santísimo Cristo de la Fe y el Consuelo de Martos, y posteriormente, desde que la cofradía pisó la Plaza del Caballo, con la Banda Nuestra Señora del Rosario de Cádiz, otra de las grandes atracciones de este Sábado de Pasión.

De hecho, fue con su exitosa ‘Eternidad’ con la que el paso se personó en calle Larga. El público, que se agolpaba en la rotonda de los Casinos, murmuró cuando se oyeron los primeros sones de la marcha, y de seguido, guardó silencio para seguir en primera persona lo que allí estaba aconteciendo. Sublime. No había mejor carta de presentación para colarse en pleno centro de Jerez.

Con una hora de retraso, la cofradía se adentró por fin en San Marcos, para emprender seguidamente el regreso de vuelta a su templo con la madrugada ya bien entrada, no sin antes dejar momentos, como el protagonizado a su paso por San Juan de Letrán, donde la imagen de Jesús Nazareno le esperaba a las puertas de su templo y en el que no faltó una buena saeta de Juan Granados.

El señor de Barbadillo, por las calles de su barrio.
El señor de Barbadillo, por las calles de su barrio. / Vanesa Lobo

Al otro lado de la ciudad, a eso de las cuatro y media, la Agrupación Parroquial Nuestro Padre Jesús de la Humildad de Barbadillo se ponía en la calle. En el último recorrido de esta imagen, que será reemplazada el próximo año, el sol quiso arroparle y darle calor en su salida, y de repente, sus rayos irrumpieron entre las nubes para iluminar su rostro mientras su barrio y su gente, la de Barbardillo, alentaba a su señor.

Bajo los sones de la Agrupación Musical Nuestra Señora de Valme, de Dos Hermanas, la cuadrilla de José Francisco López Hermosín puso el empeño necesario para no defraudar a nadie en una jornada especial, y teñida de luto por el fallecimiento, horas antes, de un conocido hermano de la cofradía.

Con bastante público esperando el cortejo, las saetas no tardaron en aparecer, con voces como las de Luis Santiago hijo, un clásico en estas lides y perfecto conocedor de los sones por seguiriyas de Jerez, o las del joven Joselito de la Puchi, que desde el balcón de la casa de la Abuela de Barbadillo, se atrevió a entonar los cuatro versos octosíbalos de este cante.

El paso del Señor de Barbadillo, cuya canastilla ya atisba el buen trabajo realizado por Antonio García Flores, también estuvo arropado durante todo su recorrido, aunque especialmente en el entorno del barrio de San Miguel, calle Porvenir y Pañuelo de la Yedra. Su paso por la Plazuela, donde le esperaban cientos de personas y la Esperanza de la Yedra en su palio, fue, sin duda, uno de los acontecimientos del día, un lugar al que accedió por todo lo alto y a ritmo de ‘Alma de Dios’, ‘Ante Pilatos’ y 'Esperanza de María', y marcando costero.

La imagen del señor, una obra de Manuel Martín Nieto (al que se le ha encargado la nueva) en 2010, se llevó el cariño de Jerez, y sobre todo de su barrio en el regreso de la cofradía, que un año más dejó patente por las calles de la ciudad su buena evolución.

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