San Pedro Apóstol, ante su primera restauración desde 1894
Ismael Rodríguez-Viciana Buzón ha sido el encargado de realizar los trabajos que han durado más de un año y que se han centrado en la subsanación de temas "estructurales" y limpieza de la policromía
Los vecinos de Jerez exigen soluciones estructurales frente a los cortes de agua

La imagen del Apóstol Señor San Pedro ha vuelto a colocarse al culto esta semana en la Iglesia de Santiago. La talla, que forma parte del conjunto artístico del paso de misterio de Jesús del Prendimiento, regresaba así de la segunda fase del proceso de restauración a la que ha sido sometida por parte de Ismael Rodríguez-Viciana Buzón.
Justo antes de la Cuaresma del pasado año, la imagen, una obra atribuida (al igual que los sayones Candilejas y Chupaceites) escultor valenciano Vicente Tena Fuster que data de 1894, se marchó a los talleres del restaurador donde se llevó a cabo una primera fase de la misma. Según Ismael Rodríguez-Viciana y analizando pormenorizadamente la obra, todo apunta a que “esta ha sido la primera intervención que ha tenido la imagen desde que fue creada”. Esta afirmación también es corroborada por la propia hermandad, en cuyo archivo no costa que haya sido restaurada con anterioridad.
Tras regresar a Santiago durante unos meses, San Pedro Apóstol volvió a mediados de septiembre a los talleres donde se llevó a cabo la segunda fase del proceso. Durante estos últimos meses, Ismael Rodríguez-Viciana, restaurador de Bienes Culturales, ha sometido a la misma a diversos trabajos. Dichas labores han consistido en “la subsanación de su sistema estructural interno, muy maltrecho, la fijación de sus estratos y posterior limpieza de su policromía, que contenía bastante suciedad acumulada”, ha indicado.
“A nivel estructural estaba bastante deteriorada, tenía serios problemas de estabilidad”, asegura el bornense, que destaca además que contenía “unas pletinas de fijación actualmente no realizaban ninguna labor”.
Asimismo, la imagen ha sido sometida a diferentes actuaciones para su consolidación, además de tratamientos por ataques de xilófagos (como la carcoma o las termitas). También se le han realizado reconstrucciones volumétricas y de dorados de la peana”.
Hay que recordar, como ha escrito José Manuel Moreno Arana en la sección de este Diario, ‘Desde la ciudad olvidada’, que el valenciano Vicente Tena Fuster efectuó numerosos encargos para la zona, destacando el grupo escultórico de la hermandad del Mayor Dolor. Además, son atribuidas a él la Virgen del Rosario del Beaterio, la Niña María que se encuentra en el Colegio Montaigne o María Santísima de Gracia y Esperanza, actualmente imagen titular de la Hermandad de la Lanzada y que formaba parte del mismo grupo escultórico que el Prendimiento adquirió junto a San Pedro y los sayones.
Esta actuación realizada por Rodríguez-Viciana se suma a la ya efectuada hace ahora un año con el Señor del Consuelo, titular de la Hermandad del Transporte, que también fue sometido a un proceso intenso de restauración.
En Jerez, también llevó a cabo el pasado mes de junio trabajos con la imagen de San Cristóbal que se encuentra en la iglesia de Santiago y que, según los últimos estudios realizados por el citado doctor en Historia del Arte, José Manuel Moreno Arana, puede proceder del retablo mayor del desaparecido convento de la Veracruz.
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