San Rafael comienza la obra de la ansiada puerta de la iglesia
El nuevo acceso tendrá la altura suficiente para la salida de los pasos desde el templo
La puerta comenzará a instalarse este lunes día 29 y tendrá cinco metros ochenta centímetros de alto por tres metros veinte de ancho
La parroquia de San Rafael y su hermandad de la Salud vuelven esta semana a ser noticia. El pasado viernes, día 19 de julio, tuvo lugar la aprobación por parte del cabildo de hermanos de la llegada de la imagen titular, Nuestra Señora de las Aguas, obra del imaginero sevillano Fernando Aguado. Una imagen que en las redes sociales ha tenido la aclamación unánime de todos los cofrades de Andalucía y que tras la bendición en octubre ya se quedará para siempre junto al Señor de la Salud en la iglesia del barrio de Federico Mayo para recibir culto.
En esta ocasión, se trata de la puerta de acceso a la iglesia parroquial con el fin de poder sacar los pasos desde el mismo templo. Este proyecto se publica hoy en exclusiva en este periódico. Se trata de un anhelo de los cofrades de la Salud y que por fin va verse hecho realidad. El proyecto cuenta con el visto bueno del párroco, el sacerdote diocesano Francisco Párraga, así como del propio Obispado de Jerez.
El nuevo acceso tendrá unos cinco metros y ochenta centímetros de alto y unos tres metros con veinte centímetros de ancho. Las obras necesarias mantendrán el templo cerrado alrededor de un mes, aunque la parroquia seguirá teniendo sus misas y celebraciones en un salón anexo a la propia parroquia.
Con llegada de Nuestra Señora de las Aguas y la instalación de la nueva puerta, tan solo falta el palio para que la bella imagen mariana participe en la procesión Magna Mariana. Un último escalón que la hermandad está a punto de subir.
La parroquia de San Rafael vive momentos intensos e históricos. Protagonizados por la hermandad con sede canónica pero que redunda en la vida diaria de la Iglesia en el barrio de Federico Mayor. Sin duda alguna que la buena labor de la hermandad, los grupos parroquiales existentes en la realidad católica del barrio y el propio párroco están dando sus buenos frutos.