Viernes de tradición con la veneración del Señor Caído

Jerez/El primer viernes de marzo marca una de las grandes singularidades que tiene el patrimonio cofrade de la ciudad. Las cofradías son grandes no cuando copian, sino cuando recrean su propia idiosincrasia. En Jerez, marca la tradición que es el día en el que Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas se ofrece a todos sus muchos fieles y devotos para ser venerado. Se hace cercano a todos. Un día en el calendario distinto a los demás. Marcado por la fe en la imagen de Jesús con la cruz al hombro que cae en ese Vía Crucis que le conduce hasta el monte Calvario donde será crucificado.

San Lucas recibió a cientos de jerezanos que quisieron estar un año más bajo el amparo del Señor. Una tradición de abuelos a padres y de padres a hijos. Y el Jerez cofrade no falló un año más. Cuando quizá hacen falta más que nunca las oraciones al Hijo de Dios.

A pocos metros, en el convento de Santa María de Gracia, otra imagen de gran arraigo. Nuestro Padre Jesús Cautivo de la hermandad del Amor también se presentaba a sus devotos. Por otro lado, también en la cercanía de la calle Juana de Dios Lacoste, el Señor del Amparo esperó a sus cofrades del Consuelo que quisieron estar con Él para ofrecerle una oración. En San Juan de los Caballeros, el Santísimo Cristo de la Esperanza de la Vera Cruz siempre sobrio y portentoso mientras pendía en la cruz. Una jornada con citas clásicas muy cofradieras y muy de intramuros. Un día en el que los vecinos que nacieron y se criaron en el viejo barrio de San Lucas vuelven a sus calles para renovar el voto de sus orígenes jerezanos.

En definitiva una jornada siempre marcada por la cercanía del Señor de San Lucas que durante todo el día y la noche de ayer se hizo encontradizo con sus hijos para atender cualquiera de sus dolencias.