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Barcelona/Las farmacias catalanas han vivido este viernes, víspera de la entrada en funcionamiento del euro por receta, con una sensación de caos por la gran cantidad de usuarios que han acudido a retirar medicamentos y las incidencias registradas en el sistema informático. A partir de este sábado, todos los catalanes que vayan a una farmacia con una receta expedida por el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) deberán abonar una tasa de un euro -hasta un máximo de 61 euros anuales-, a excepción de unos 127.000 ciudadanos en riesgo de exclusión social que son beneficiarios de ayudas. Desde Nueva York, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha apelado a la generosidad de los catalanes al referirse al euro por receta, una tasa que ha asegurado que servirá para mantener el Estado del Bienestar y que "ha llegado a Cataluña para quedarse".
La medida ha conllevado que las dispensaciones de recetas en farmacia hayan aumentado hasta un 20% durante este mes de junio con relación al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, algunos farmacéuticos han observado en las últimas horas como se doblaban las ventas en comparación a un día normal. "Parece que se tenga que terminar el mundo. Esta mañana hemos despachado a más del doble de usuarios que un día normal", ha afirmado la farmacéutica barcelonesa Neus Falcó, a quien le "asusta" la reacción que los clientes puedan tener a partir de la aplicación del euro por receta.
Este viernes se han registrado incidencias en el sistema informático, que según el Departamento de Salud y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) eran puntuales y debidas al aumento de la actividad en la red. La Farmacia JL Faura, también en Barcelona, se ha visto muy afectada por las caídas intermitentes del sistema informático de gestión de recetas y sus dependientes han explicado que al introducir el nombre de los usuarios en el ordenador, "no aparecía nada que dispensar".
En cuanto a la actualización de los sistemas informáticos para que puedan responder a la introducción de la nueva tasa, la situación es dispar: desde farmacias que a media tarde ya tenían los ordenadores preparados a otras que aún no habían preparado nada "por falta de información" y aquellas que esperaban a cerrar para hacer la actualización. El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, Jordi de Dalmases, ya reclamó en su momento que se aplazara la puesta en marcha de la tasa catalana para poder aplicarla con todas las garantías, pero finalmente el Ejecutivo catalán mantuvo el plazo legal que marcaba el 23 de junio. El Departamento de Salud ha preparado un protocolo para los eventuales impagos del euro por receta, que la administración catalana reclamará siguiendo lo que establece la Ley de Tributos con un recargo del 20% sobre el importe no satisfecho.
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