El Gobierno de Nepal, incapaz de valorar la magnitud de la catástrofe en zonas rurales
Las autoridades reconocen que no pueden tener acceso a muchas localidades situadas en lugares remotos. El número oficial de muertos por el seísmo supera ya los 5.000 y el de heridos alcanza los 11.000.
El Gobierno de Nepal afirmó hoy que todavía no puede valorar la magnitud de la catástrofe ni el número de muertos causado por el terremoto que asoló Nepal por la falta de acceso a pueblos remotos del país asiático. "No somos capaces de valorar la situación ya que pueblos enteros han resultado dañados en zonas remotas. No sabemos cuánta gente había en los pueblos cuando se produjo el seísmo", dijo a Efe el portavoz del Ministerio del Interior, Laxmi Prasad Dhakal.
"Por el momento la cifra de muertos es de más de 5.000 pero podrían ser miles más", indicó Dhakal. La fuente indicó que por el momento 1.120 heridos han sido transportadas en helicópteros a Katmandú para recibir tratamiento médico. Los equipos de emergencia trabajan en la reapertura de las carreteras que quedaron bloqueadas por el terremoto, pero las malas condiciones meteorológicas están dificultando las labores.
Bimal Shrestha, que procede de un pueblo situado en el distrito de Sindhupalchwok, afirmó en Katmandú que el seísmo y las réplicas posteriores derrumbaron unas 800 casas en la localidad, donde murieron al menos un centenar de personas. "He estado visitando a diferentes autoridades del Gobierno, pero ningún equipo de rescate ha sido movilizado" para ir al poblado, explicó Shrestha, que incluso intentó alquilar un helicóptero privado para trasladar artículos de primera necesidad a su gente. "Conseguí alquilar un helicóptero y cargarlo con alimentos, pero el piloto dio marcha atrás porque el Gobierno quiere que todos los helicópteros vuelen bajo órdenes gubernamentales", relató el nepalí.
La falta de acceso a las áreas más remotas de los equipos de rescate rebaja con el paso de las horas la posibilidad de hallar personas con vida entre los escombros o que los heridos más graves puedan recibir tratamiento en centros hospitalarios de Katmandú.
Desde la India, donde se encuentra la mayor comunidad de nepalíes en el extranjero, nacionales del país del Himalaya con familiares en las zonas remotas ven con preocupación la situación de sus allegados, con los que apenas han podido comunicarse. "Todos están en la calle, la casa se derrumbó por completo, muy rápido, aunque pudieron salir a tiempo", declaró Sham Shrest, un cocinero de 25 años que trabaja en un restaurante de Nueva Delhi. Shrest procede del pueblo de Taruka, en el distrito de Nuwakot, situado en las montañas a unas dos horas por carretera de Katmandú, y aseguró aliviado que su madre, su mujer y sus cuatro hermanos están bien, aunque se encuentran sin electricidad e incomunicados. "En el pueblo murieron muchos animales: vacas, cabras, perros... porque la gente salió corriendo de las casas, sin tiempo a sacarlos", relató el cocinero, lo que es toda una tragedia para este pueblo de ganaderos y campesinos.
Seis de los compañeros de Shrest en la cocina del restaurante en el que trabajan en el sur de Nueva Delhi son también nepalíes y algunos decidieron viajar a su país para ayudar a sus familias. Uno de ellos es Sham Manshrest, que consiguió llegar el lunes a su pueblo en Nepal tras dos días en la carretera y poder estar así con su mujer y sus dos hijos pequeños, que están en la calle tras derrumbarse su vivienda.
Esta catástrofe ha puesto al límite a un país ya de por sí muy pobre y con un frágil Gobierno, cuyo primer ministro, Sushil Koirala, ha reconocido que la respuesta al seísmo no fue la adecuada por parte de las autoridades nepalíes. El terremoto ha sido el de mayor magnitud en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira.
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