El Papa denuncia en Malta que la Iglesia "está herida por nuestros pecados"

Benedicto XVI se refiere a los escándalos de pederastia en su viaje a uno de los muchos países en los que se han registrado escándalos de abusos de menores por sacerdotes católicos.

El Papa denuncia en Malta que la Iglesia "está herida por nuestros pecados"
El Papa denuncia en Malta que la Iglesia "está herida por nuestros pecados"

17 de abril 2010 - 21:02

Benedicto XVI denunció que la Iglesia está herida por "nuestros pecados", pero Cristo ama a esa Iglesia y su Evangelio es la verdadera fuerza que "purifica y sana". El Papa hizo estas manifestaciones, con las que según fuentes vaticanas se refería a los casos de curas pederastas, en el avión que le llevó a Malta, uno de los muchos países donde se han registrado escándalos de abusos sexuales de menores por sacerdotes católicos. "Sé que Malta ama a Cristo y ama a su Iglesia, que es su cuerpo, y sé que, aunque ese cuerpo está herido por nuestros pecados, el Señor ama esta Iglesia, y su Evangelio es la fuerza que purifica y cura", dijo el Pontífice al hablar con los periodistas.

El viaje, marcado por los escándalos de pederastia en la Iglesia que incluso han llegado a salpicar al Papa, tiene como objetivo conmemorar el 1.950º aniversario del naufragio de san Pablo en Malta, un evento que permitió la llegada y expansión del cristianismo a la isla. Ello le dio pie para afirmar que "los naufragios que la vida nos puede deparar pueden ser útiles para nuevas iniciativas de nuestra vida", otra frase en la que los observadores vieron una referencia a esos casos y la necesidad de purificación.

En su discurso de bienvenida no hizo referencia alguna a esos casos, aunque el presidente de Malta, George Abela, resaltó el compromiso de la Iglesia para la salvaguardia de los niños y los más vulnerables, "para garantizar que no haya ningún puesto de refugio para aquellos que intentan hacer el mal". Abela añadió que, por "desgracia", muchos miembros de la Iglesia se olvidan de los valores fundamentales que predica y, por ello, la Iglesia y el Estado tienen que trabajar juntos para adoptar medidas, leyes y mecanismos eficaces para contrarrestar los casos de abusos.

En Malta, según datos de la Iglesia Católica, 45 sacerdotes han sido investigados por abuso de menores. De esos 45 casos, 19 fueron declarados "sin fundamento", mientras que 13 siguen abiertos. Cuatro sacerdotes fueron sometidos a proceso canónico, declarados culpables y reducidos al estado laical, y otros dos han muerto ya. De entre las víctimas, una decena eran muchachos del Orfanato San José, de Santa Venera, que sufrieron abusos desde 1980 y han pedido reunirse con el Papa. De producirse, tendrá lugar en un clima de "recogimiento y discreción y no bajo la presión de los medios de comunicación", según el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien recordó que el Papa siempre está dispuesto a reunirse con las víctimas y ya lo hizo durante sus visitas a Estados Unidos y Australia.

El archipiélago de Malta se encuentra en medio del Mediterráneo, es un punto en el camino de los inmigrantes africanos hacia Europa y sus aguas se han cobrado centenares de vidas de personas que buscaban la "tierra prometida" en el viejo continente.

Benedicto XVI dijo que la inmigración es un gran problema que no puede resolver Malta de forma solitaria, sino que "todos debemos responder a ese desafío, esforzarnos para que toda esa gente pueda encontrar un trabajo en su tierra y tener una vida digna, también en los nuevos lugares adonde llegan". El Pontífice llegó a Malta en un vuelo de Alitalia, en medio de la incertidumbre ante la posibilidad de que pudieran alcanzar la zona las cenizas del volcán islandés en erupción, por lo que el Papa, sonriendo, deseó un buen viaje "sin la nube negra". El Papa Ratzinger fue acogido por decenas de miles de personas que le desearon feliz cumpleaños (ayer cumplió 83 años) y le siguieron por toda la isla. No hubo actos hostiles, como las anunciadas manifestaciones en contra.

En un país donde el 94,4 por ciento de sus habitantes es católico y está prohibido el divorcio y el aborto, el Pontífice pidió a los malteses que continúen defendiendo la indisolubilidad del matrimonio "como una institución natural y sacramental" y que defiendan la familia y la sacralidad de la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Añadió que Malta, con una población de 443.000 habitantes y 13.000 inmigrantes, tiene mucho que ofrecer en cuestiones como la tolerancia, la reciprocidad, la inmigración y otros temas cruciales para el futuro del continente. El Papa abogó por la libertad religiosa y aseguró que Malta debe servir como puente entre pueblos, culturas y las religiones del área mediterránea. Tras reunirse con el presidente Abela, el Papa se trasladó a la Gruta de San Pablo, en la localidad de Rabat, donde el Apóstol de los Gentiles pasó tres meses predicando el cristianismo en la isla, tras naufragar en el año 60 el barco que le llevaba a Roma, donde después fue asesinado, en el año 67.

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