A la búsqueda de nuevas vías para garantizar la sostenibilidad

Las necesidades de regular la introducción de la innovación terapéutica en un contexto que asegure la sostenibilidad del sistema sanitario y que garantice asimismo un marco estable para la industria farmacéutica fue una de las claves del desayuno informativo celebrado el pasado jueves en Sevilla. El encuentro organizado por Grupo Joly con la colaboración de Roche Farma reunió a representantes del Servicio Andaluz de Salud, de la industria farmacéutica y profesionales sanitarios.

Martín Blanco, secretario general de Planificación y Evaluación Económica de la Consejería de Salud, quiso apuntar algunas consideraciones sobre el marco legal que rige las relaciones entre proveedores y sector público. "La ley de Contratos del Sector Público no permite avanzar en los planteamientos que la gestión sanitaria requiere". En este sentido, aludió a algunos nuevos instrumentos en los que se está trabajando, "en lo que denominamos la compra pública innovadora y la compra pública precomercial", que en su opinión pueden ser una apuesta por modelos contractuales más eficientes

En la necesaria relación entre industria y sistema sanitario Martín apunto a la necesidad de la transparencia y pasar del marketing clásico a los resultados. Como herramientas para la colaboración esgrimió los acuerdos marco en Consejería que posteriormente podrían adaptarse en los centros. A pesar d ello, subrayó que "es fundamental que las reflexiones sobre la Ley de Contratos de Servicios Públicos sea conjunta, para contribuir al mismo fin: la mejora de los resultados en Salud".

Por su parte José Manuel Aranda, director gerente del Servicio Andaluz de Salud, animó a agudizar la imaginación para introducir innovación en la gestión, como llame para poder avanzar en tiempos de crisis. A veces, la visión cortoplacista hace que se cuestionen medidas cuya naturaleza es el medio o largo plazo. Asimismo, reconoció que cada vez se centraliza más la gestión y eso dificulta la innovación.

En su opinión, a la hora de definir ese marco de relaciones entre la administración y las compañías que desarrollan nuevos tratamientos, el gerente del SAS subraya que la innovación debe incidir en la mejora de los resultados en salud. Para ello, es importante mejorar los sistemas de información para evaluar esos resultados y evaluar las innovaciones desde una perspectiva global. Además, hizo hincapié en el carácter participativo, de cara a los profesionales, que deben tener los espacios de toma de decisiones.

Enrique Aranda, jefe de Oncología Médica del Hospital Universitario Reina Sofía, centro su intervención en la entrada de los nuevos fármacos en su campo de actuación, un escenario que ha vivido un aumento de la esperanza de vida enorme en los últimos 25 años gracias a la innovación terapéutica y las mejoras en prevención.

"Para innovar hay que invertir y el abordaje del cáncer cuesta unos 5.000 millones de euros en España, se ha hecho una buena gestión de precios que ha hecho que globalmente sea un 20% más baratos que en la media de la Unión Europea". En su opinión, "ese ahorro debería servir para garantizar la incorporación de la innovación; un espacio que consume actualmente el 18% del presupuesto sanitario".

El especialista en Oncología subrayó el coste que alcanza investigación en este campo e hizo alusión también a las diferencias territoriales en el acceso a la innovación. En este contexto, "los ensayos clínicos se han convertido también en una de las principales vías de acceso a la innovación".

Así, Enrique Aranda consideró que para dialogar hace falta un pacto que "consiga estimular la entrada de la innovación terapéutica y que fortalezca un sistema de salud de calidad". En ese hipotético pacto deberían estar representados administración, instituciones, parlamentos, profesionales, asociaciones científicas y de pacientes.