La prevención del cáncer de pulmón más allá del tabaco

El cáncer de pulmón está considerado como el más frecuente del mundo. En concreto, en España se detectan cada año unos 30.000 nuevos casos y, además, constituye la principal causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres.

La formación de células malignas en los tejidos del pulmón puede prevenirse con hábitos saludables en la vida diaria y, de hecho, existen multitud de recomendaciones al respecto a través de las cuáles se puede esquivar en la medida de lo posible esta enfermedad.

En primer lugar, y como factor de prevención más importante, se encuentra algo que a todos se nos viene a la mente al hablar sobre el cáncer de pulmón: no fumar. El tabaco es sinónimo de riesgo de cáncer de pulmón, por lo que la ausencia de tabaco en nuestras vidas supone la mejor manera de prevenir esta enfermedad. Pero hay mucho más.

Al hilo de lo anterior, otros factores que podrían ayudar a prevenir el cáncer de pulmón es evitar la exposición pasiva al humo del tabaco y el consumo de suplementos de betacaroteno (comprimidos), en especial en fumadores que consumen una o más cajetillas por día. El riesgo, además, es más alto para los fumadores que consumen al menos una bebida alcohólica al día.

Otro punto a tener en cuenta es el de los antecedentes familiares, ya que las personas con un pariente que tuvo cáncer de pulmón quizás tengan el doble de probabilidades que las demás. En este caso se deben evitar con mayor ahínco hábitos que aumenten el riesgo de la aparición de la enfermedad. Evitar las infecciones, como la causada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), disminuye el riesgo de cáncer de pulmón.

La atmósfera y el clima de nuestra vida diaria también deben ser estudiados. La exposición constante a la radiación, sustancias cancerosas en nuestro lugar de trabajo o la contaminación atmosférica pueden traer consigo un aumento del porcentaje de aparición de esta enfermedad.