El príncipe Enrique regresa al Reino Unido tras su retirada de Afganistán
El príncipe Enrique, tercero en la línea de sucesión al trono británico, llegó hoy al Reino Unido tras ser retirado de emergencia de Afganistán después de que se filtrase la noticia de su envío al país asiático.
El avión que transporta a Enrique, de 23 años, aterrizó a las 11.29 horas GMT en la base de la Real Fuerza Aérea Británica (RAD) de Brize Norton, en Oxfordshire (sur de Inglaterra), donde fue recibido por su padre, el príncipe Carlos de Inglaterra, y su hermano, el príncipe Guillermo.
Como un soldado más, el príncipe, subteniente del regimiento Household Cavalry, desembarcó después de otros militares y fue hablando con un compañero mientras recorría la corta distancia entre el avión y los edificios de la terminal, con su petate al hombro.
El joven partió el viernes por la noche desde Afganistán, donde ha pasado diez semanas combatiendo a los talibanes, ante el temor de que la difusión de la noticia pudiese convertirle en objetivo de los ataques de la milicia afgana.
El príncipe, que fue enviado en secreto en diciembre pasado al país asiático, viajó en un avión de transporte de tropas con aproximadamente otros 170 soldados, la mayoría de los cuales regresan a casa tras haber cumplido sus misiones, según la cadena británica BBC.
Enrique, el hijo pequeño de Carlos y la fallecida Diana de Gales, ha pasado las últimas diez semanas en secreto en la provincia de Helmand (sur afgano), una de las más peligrosas del país y donde se encuentra el grueso de las tropas británicas.
El príncipe ha actuado en Afganistán como Controlador de Ataque Conjunto, más conocido como "JTAC", que consiste en llevar a cabo una vigilancia aérea detallada detrás de las líneas de los talibanes e, incluso, ordenar ataques aéreos contra posiciones enemigas.
Defensa quería mantener su presencia allí en secreto, para lo que llegó a un acuerdo con los medios de comunicación a cambio del cual éstos pudieron entrevistarle y grabar imágenes de su despliegue.
Sin embargo, la página web estadounidense "Drudge Report", la misma que destapó en 1998 el llamado "escándalo Lewinsky", difundió la información, rompiendo el bloqueo que pesaba sobre la misma.
Ante esa situación, los mandos militares británicos evaluaron "con detalle" los riesgos de que Enrique continuara en Afganistán, donde tenía previsto permanecer con su regimiento varias semanas más, y concluyeron que era necesario sacarlo de allí "de inmediato".
Algunas voces se han elevado en el Reino Unido para criticar el pacto de silencio de la prensa británica sobre este asunto.
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