El sacerdote 'indultado' por el Papa se declara feliz por volver a dar misas
Miguel D'Escoto fue suspendido por Juan Pablo II tras entrar en el Gobierno sandinista
El sacerdote y ex canciller de Nicaragua, Miguel D'Escoto Brockmann, se declaró ayer feliz de poder volver a ofrecer misa y agradeció al papa Francisco por levantarle la suspensión a divinis.
El papa Francisco dio su consentimiento para que se levante la suspensión a divinis que le impedía dar misa a D'Escoto Brockmann, de 81 años, que pertenece a la Congregación misionera Maryknoll.
El religioso había sido suspendido por Juan Pablo II en 1984 tras su entrada en el Gobierno sandinista de Nicaragua.
D'Escoto, quien confesó haber llorado por su suspensión hace 30 años, confirmó que escribió una carta al papa Francisco para expresarle su deseo de volver a celebrar la Eucaristía "antes de morir". El decreto de suspensión supone la exclusión del sacerdote de todo trabajo pastoral con los fieles, se le prohíbe la celebración de la Eucaristía y de la confesión a los fieles.
Miguel D'Escoto Brockmann nació el 5 de febrero de 1933 en Los Ángeles y se convirtió en uno de los exponentes de la Teología de la Liberación.
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