Catorce detenidos por incinerar en ataúdes más baratos que los comprados

Valladolid/La Policía Nacional ha detenido en Valladolid a 14 personas en una operación que investiga una estafa, supuestamente cometida cuando empleados de la empresa funeraria El Salvador incineraron a fallecidos en ataúdes más baratos que los comprados por las familias.

El Juzgado de Instrucción Número 6 de Valladolid, que se ocupa del caso que investiga la comisión de los delitos de estafa continuada y de organización criminal, ha ordenado el secreto de las actuaciones, que han conllevado durante este jueves siete registros efectuados de forma simultánea a primera hora de la mañana, en domicilios y en sedes de la empresa funeraria, han informado fuentes del caso.

Las indagaciones policiales, con registros desarrollados durante varias horas y en la que han participado más de 60 funcionarios, abarcan fundamentalmente el tanatorio de El Salvador situado en el camino del cementerio de Valladolid, la oficina de la empresa ubicada en la céntrica calle Angustias de la ciudad y la que se halla en la población de Santovenia de Pisuerga.

Ha sido en el tanatorio del camino del cementerio donde se ha dado cita desde primera hora de la mañana una veintena de miembros de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria, que llevan a cabo las averiguaciones, y de donde han sacado a mediodía media decena de cajas con documentación, a las que se sumarán otras derivadas de esta investigación.

Mientras, al tanatorio acudían allegados de los fallecidos en las últimas horas para velar los cadáveres -nueve esquelas a primera hora de la jornada se encontraban expuestas en el recinto- y comentaban con asombro la visible presencia policial, también patente con vehículos con distintivos del Cuerpo de seguridad en las inmediaciones.

Entre los catorce investigados en esta operación, denominada Ignis, se encuentran al menos cuatro miembros de la misma familia vinculada a la propiedad de la funeraria, han detallado fuentes del caso.

La investigación se dirige a determinar si empleados de la funeraria cambiaban los féretros comprados por los familiares de los difuntos por otros de menor precio en el momento de la incineración y los reutilizaban, unas prácticas que se investiga si desarrollan desde hace años.

Chantaje económico de un ex empleado

El Grupo funerario El Salvador ha achacado en un comunicado la raíz del caso a un chantaje económico de un ex empleado en 2017, un ex trabajador que reclamó cantidades de dinero a cambio de no revelar "prácticas irregulares que él, supuestamente, habría cometido". "Ante la grave acusación e irrealidad de los hechos objeto de chantaje", el Grupo El Salvador presentó una denuncia ante la Policía Nacional por un posible delito de extorsión, se celebró juicio y el ex trabajador, jubilado en febrero de 2015, fue condenado a un año de prisión, ha precisado el comunicado.

Ha sostenido que las actuaciones judiciales emprendidas ahora "son una pieza separada del anterior procedimiento judicial y fruto de la denuncia interpuesta anteriormente por el Grupo El Salvador".

"Desde siempre la empresa ha mantenido unos rigurosos controles que aseguran y garantizan la total transparencia en los procesos de incineración", ha defendido la empresa funeraria, que ha detallado cómo todos los crematorios del Grupo El Salvador cuentan con salas "desde la que los familiares pueden ver cómo el ataúd entra en la zona de cremación".

Algunos familiares de los finados que acudían a dar el último adiós a sus parientes comentaban su temor ante los rumores que escuchaban por el recinto y expresaban su sospecha de que también las coronas y centros de flores pudieran ser objeto de cambios para su reventa, una opción por el momento sin confirmar por fuentes de la investigación.