Las vacunas, una herramienta clave para la salud pública

La vacunación sigue siendo el método más eficaz para la prevención de enfermedades infecciosas. Su contribución a la salud pública y la mejora de la calidad de vida de la población favorecen la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Estas son algunas de las claves sobre las que pivotó el debate celebrado en el encuentro científico Forovax, organizado por la Junta de Andalucía y la Fundación Española de Vacunología en colaboración con Sanofi Pasteur MSD.

Las ventajas de los modelos de colaboración entre el sector público y privado en materia de prevención. "Debemos apostar por la prevención como herramienta eficaz de salud pública, y como medida de contención del gasto sanitario. Para conseguir un sistema sanitario sostenible, se ha de invertir en prevención y construir un marco que garantice la investigación y el desarrollo de vacunas, así como otras medidas destinadas a preservar la salud", explicó Ricardo Brage, director general de Sanofi Pasteur MSD.

La Consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, subrayó la importancia de que coincida este foro en Andalucía con la homogeneización del calendario vacunal entre todas las comunidades autónomas, algo que considera "fundamental" en un territorio como el nuestro. Asimismo, subrayó algunas virtudes del programa de vacunación andaluz, como su enfoque hacia la Atención Primaria que ha conseguido que 177.098 menores de dos años se vacunaran en los 1.548 puntos de vacunación de los que dispone la sanidad pública andaluza.

Respecto a esa colaboración público-privada la consejera explicó que la administración realiza actualmente una inversión en vacunas de 24 millones de euros. "Lo que siempre demandamos es la mayor eficiencia en cuanto a esas posibilidades. Se han alcanzado acuerdos que han permitido que el coste sea menor y las medidas más eficientes. Es importante tener claro qué queremos lograr en salud pública pero no vamos a cuestionar ese objetivo por cuestiones presupuestarias. Para no cambiar ese objetivo, la colaboración con la industria farmacéutica es clave", afirmó.

Brage, por su parte, definió algunas áreas en las que esa colaboración es esencial y manifiesta. En primer lugar, citó la colaboración en las campañas de vacunación para lograr el objetivo compartido de mejorar la cobertura. "Además, existe una labor logística y de distribución a la hora de mantener la cadena del frío y esta colaboración permite que la vacuna llegue al ciudadano en las condiciones debidas", explicó. Por otro lado, "las líneas abiertas en colaboración en investigación que posibilitan que ahora nos planteemos la llegada de nuevas vacunas incluso, para patologías neurodegenerativas" y, por último, subrayó que "la formación e información es esencial".

El doctor Amós García Rojas, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología, recordó que el ámbito relacionado con la Vacunología es un sector tremendamente dinámico y de una actualización constante, por ello es fundamental que exista una total transparencia para conectar bien el sector público y el privado. "Es muy importante que los profesionales puedan estar bien formados para así informar a la población sobre las novedades de un mundo que está en constante desarrollo", explicó.

Para Amos García, un aspecto clave a reafirmar es el de la seguridad en las vacunas. "Las vacunas son fármacos diferentes en tanto y cuanto se administran a población sana y van a modificar el perfil de las patologías presentes en el territorio. Para tener perfectamente controlado el proceso, los protocolos de seguridad son distintos a los que se siguen con cualquier medicamento. Ese control estricto hace que las vacunas sean los medicamentos más seguros de los que disponemos en el mercado", explica. Entre los temas abordados durante la jornada destaca también la importancia de la prevención frente a la tosferina, una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias ante la que, a pesar de estar prácticamente erradicada en los países desarrollados gracias a la vacunación, es necesario no bajar la guardia. Aunque esta enfermedad puede sufrirse a cualquier edad, el grupo más vulnerable son los lactantes menores de 4 meses. La mayoría de las muertes ocurren en los niños pequeños que bien, o no fueron vacunados o recibieron una vacunación incompleta.

Los expertos coinciden en recordar que la vacunación es la estrategia preventiva más eficaz para el control de la transmisión de la tosferina en la población. Sin embargo, en los últimos años se está produciendo una reemergencia de la tosferina incluso en los países con amplias coberturas vacunales, con un incremento notable en lactantes, adolescentes y adultos. Estos cambios epidemiológicos justifican la adopción de nuevas estrategias vacunales con la finalidad de disminuir la incidencia de la enfermedad en toda la población. Entre estas nuevas medidas destaca la necesidad de administrar una dosis de recuerdo a los adolescentes y los adultos para reducir la transmisión a lactantes así como vacunar a las embarazadas en el periodo final de la gestación.