Una cultura con sello propio

Que Jerez rebosa cultura por los cuatro costados no es ningún secreto. Su excelso patrimonio, su numerosa comunidad artística y una sociedad que vibra y participa con cada cita cultural que se organiza configuran el perfil de una ciudad que ya por sí sola es sinónimo de cultura.

Para empezar, su imagen está ligada inexorablemente al flamenco, ese Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que emana de cada rincón de la ciudad y que la gente de Jerez lo ha sabido conservar, defender y difundir como en ningún otro sitio de España. Se trata de una relación profunda y extendida en el tiempo que define a Jerez y al propio arte. No en vano, es cuna de numerosos artistas y sede de instituciones como la Cátedra de Flamencología y el Centro de Documentación del Flamenco.

A este se une la cultura del vino, esa tradición vitivinícola del Marco de Jerez, que ha desempeñado un papel central en la historia y la vida cotidiana de esta ciudad, rodeada de viñas donde enraízan viejas cepas. Dejarse seducir por la magia de sus centenarias bodegas y sus incomparables vinos no solo representa todo un regalo para los sentidos sino también toda una muestra del poderío de este patrimonio cultural.

Y hablar de Jerez es hablar de la cultura del caballo. A lo largo de su historia ha sido un elemento clave para entender este territorio, origen de los prestigiosos caballos cartujanos. Hoy, la Yeguada de La Cartuja-Hierro del Bocado es la principal ganadería dedicada a estos. Por otro lado, la Fundación Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, mundialmente conocida por su espectáculo ‘Cómo Bailan los Caballos Andaluces’, es también un vehículo cultural y social fundamental para el patrimonio ecuestre.

No obstante, además de esta única y valiosísima triada cultural, la ciudad encierra innumerables potencialidades, que resulta imposible enumerar aquí. Como ejemplo de ello, solo nombrar que su patrimonio histórico es reflejo del paso de siete culturas diferentes: tartessos, fenicios, romanos, visigodos, musulmanes, judíos y cristianos, del que da buena fe su Museo Arqueológico y su treintena de bienes culturales.

Según un reciente estudio, su tremenda fortaleza en cuanto al ecosistema cultural radica en más de doscientos recursos y 216 actores e iniciativas vinculadas a la cultura en la ciudad -asociaciones, peñas, colectivos, compañías, espacios privados y públicos, etcétera-, con 54 iniciativas culturales al año, cada una de ellas con decenas y decenas de actividades.

A todo ello se une que, desde el flamenco, pasando por la música y la literatura y hasta las artes plásticas, esta tierra ha sido hogar de una pléyade de artistas cuyo talento ha trascendido y trasciende fronteras. A la vez que el cine y la pequeña pantalla se han fijado en esta ciudad para rodar películas y series que han supuesto grandes éxitos.

Por otra parte, enmarcada en la candidatura, Jerez ha diseñado para los próximos años una agenda cargada de fechas señaladas, que servirán para celebrar su historia y patrimonio, tal y como anunció recientemente su alcaldesa, María José García-Pelayo. Además de los 40 años del Circuito de Jerez-Ángel Nieto que se festeja en 2025, también el próximo año se celebra los 500 años del Puente de la Cartuja y los 25 años de la declaración del yacimiento de Asta Regia como Bien de Interés Cultural (BIC). Por otro lado, en 2026 se conmemora el centenario del nacimiento de José Manuel Caballero Bonald, el Premio Cervantes y santo y seña de las letras jerezanas, y entre 2027 y 2028 tocará celebrar el centenario del Teatro Villamarta “con una programación espectacular”, señaló María José García-Pelayo.

Por último, esta agenda también incluye una conmemoración histórica: la de los seis siglos de la llegada del pueblo gitano a Jerez, “un motivo de orgullo para la ciudad y un ejemplo para el mundo de dos culturas que se fusionan en un único pueblo”, subrayó la regidora, quien en un artículo de opinión abundaba que este “se integró no solamente, y esto es lo importante, a través del cante, del baile, de la fiesta, que lo hizo, y eso nos ha dado lo mejor del pueblo gitano, sino que nos ayudó a construir la ciudad. Esta comunidad lleva medio milenio contribuyendo a que Jerez sea hoy la ciudad que es. Y eso también hay que ponerlo en valor”.

Estas efemérides servirán de catalizadores de la candidatura, además de otras muchas iniciativas más, que mostrarán un escaparate cultural con sello propio a Europa. Sin olvidar, por supuesto, esa singular identidad antes comentada que proporciona el flamenco, la cultura del vino y los caballos.