Rociados con jerez en Jerez

Feria del Caballo 2022

La Feria del Caballo es también la fiesta del vino de Jerez, donde el Fino y el rebujito destacan por encima de cualquier otro, siendo otro de los grandes protagonistas

Una pareja disfruta de unas copas de Fino en una caseta.
Una pareja disfruta de unas copas de Fino en una caseta. / M. A. González / M. Aranda
David Puerto Román

06 de mayo 2022 - 03:00

Hay tres elementos que caracterizan a Jerez de la Frontera a nivel internacional y todos ellos se dan la mano en la Feria. Por un lado el caballo, referente de la Feria de Jerez, ya que se denomina Feria del Caballo y además el equino es figura esencial de la fiesta. El flamenco, que podemos encontrar - en directo - en muchas casetas, especialmente las peñas que tiene un cartel importante del cante en Jerez. Y también, casi primordial en una Feria de Jerez, el vino. Pero no un vino más. Sino el para muchos, el mejor vino del mundo. El generoso de Jerez.

En este sentido, abunda por encima de todo el vino Fino. Este tipo de vino criado en botas de roble americano y cuyo velo de flor tiene unas connotaciones tan particulares (como proteger al vino de la oxidación del aire, permitir que se evapore más lentamente y afinar al mismo gracias a la glicerina de la que se alimentan las levaduras del propio velo), es el rey de la Feria. Siendo indispensable para cualquier caseta del Real. Así, podemos encontrar especialmente el Fino Tío Pepe, uno de los símbolos sin lugar a dudas de la Feria de Jerez. De hecho, González Byass - su bodega - tiene uno de los dos templetes que hay en el Paseo de las Palmeras (el otro es la caseta del Ayuntamiento), y apuesta firmemente por el patrocionio y la promoción de la propia Feria del Caballo. Pues el Tío Pepe es casi el emblema de la Feria, un riquísimo Fino perfecto para cualquier tipo de plato y que fresquito entra estupendamente, especialmente cuando las temperaturas del Real superan los 25 grados. Pero además de Tío Pepe también hay otros Finos de gran categoría y que hay que tener en consideración. Porque otro de los Finos que abunda es el Tío Mateo, de la Bodega Real Tesoro. Un buen Fino que va mejorando con los años y que se encuentra en un momento óptimo. Sus más de seis años de crianza le aportan una buena untuosidad en boca además de un rico retrogusto a levadura.

Un grupo de mujeres brinda en la Feria.
Un grupo de mujeres brinda en la Feria. / M. A. GONZÁLEZ / M. ARANDA

En algunas casetas también podemos encontrar Fino Inocente, el icónico Fino viejo de la bodega Valdespino. Un vino que fermenta en bota (es decir, que transforma sus azúcares en alcohol ya en contacto con la madera) y que continúa su larga crianza durante unos diez años en criaderas y solera. Es un Fino color oro viejo muy bueno. Si tienen la suerte de encontrarlo, no duden en pedirlo. Es una verdadera joya y un gusto poder disfrutarlo en la Feria del Caballo.

Asimismo, hay otros Finos que pueden saborear en la Feria y que también son reyes de la historia del Jerez, como el Fino Pando, el Fino la Ina o Harveys Fino. Casi cualquier copa de Fino de Jerez es perfecta para la Feria.

Otra de las bebidas reinas vinculadas al vino de Jerez y concretamente al Fino y que es muy demandada en la Feria es el rebujito. Raro es si no lo conocen pero en ese caso, decirles que es una bebida en el que se combina hielo, seven up y fino. Y todo rematado con unas hojas de hierbabuena. Es una de las bebidas estrella de la Feria y que también hay que tener en consideración. Es una especie de cóctel con Fino de Jerez y que entra más fácilmente que el Fino dada la mezcla con una bebida refrescante azucarada. Aunque sí les damos una recomendación. Beban con moderación el rebujito, que llegado a un tope - cada uno tiene el suyo - la ingesta de este puede jugarnos una mala pasada. Ya que al no controlar cuando se bebe, perdemos dicho sea de paso el control.

Una flamenca disfruta del Fino en la Feria del Caballo.
Una flamenca disfruta del Fino en la Feria del Caballo. / M. A. GONZÁLEZ / M. ARANDA

Aunque prácticamente el protagonismo se lo lleve el Fino, que por cierto se sirve en medias botellas con gran acierto - a ver si algún día la hostelería continúa el mismo camino -, ya sea solo o mediante el rebujito, hay otros vinos de Jerez que - aunque en menor medida, también tienen cabida en la Feria de Jerez.

Es el caso del cream, que es una combinación entre Oloroso y un poco de Pedro Ximénez, lo que también se conoce como Oloroso dulce. También se disfruta en la Feria y normalmente en medias botellas. Ya sea de la marca que sea, si les gusta el vino de Jerez con un toque dulce, el cream es tu vino.

Sin embargo, aunque es más difícil encontrarlos, algunas casetas también tienen Amontillado, Palo Cortado u Oloroso. Pero ya casi es imposible en media botella. Aunque no cejen en el intento si es su propósito. Donde sí puedes encontrar con seguridad todos estos vinos es en la caseta de González Byass - la del templete. Quienes además lo sirven catavino alto de cristal, dándole así prestigio al vino y a su vez a la Feria del Caballo.

En este sentido, Jerez debería plantearse el uso de los vasitos de plástico para servir el vino de Jerez. Porque debiéramos plantearnos cómo es posible que sean muchas las casetas las que sirven las copas largas en vaso de cristal y el vino de Jerez - el emblema de nuestra tierra - en vaso de plástico.

Algo falla en el concepto y en el sentido de la promoción que le queremos dar a uno de los rasgos diferenciales de nuestra ciudad.

Lo que sí está claro es que Jerez sabe beber jerez en su Feria, y a su vez todo aquel que la visita disfruta de un vino único en el mundo y que es bandera de nuestra ciudad allá donde se descorche una botella. Porque la Feria sin jerez, no sería igual de nuestra.

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