María José García-Pelayo: “Jerez ha sabido integrar y aprender de las diferencias”

Jerez, al igual que otras ciudades del sur de Europa, ocupa un lugar clave en el mapa de la Unión Europea. Un lugar que, por su estratégica ubicación, ha sido históricamente un punto de encuentro entre culturas, pueblos y civilizaciones.

Miramos al Atlántico, hacia América, África, Oriente y Occidente, lo que nos convierte en un verdadero cruce de caminos, en un espacio natural de convivencia, donde la diversidad cultural no es solo un reto, sino una enorme oportunidad.

Nuestra ciudad y su entorno, al estar situados en el sur del sur, tienen una riqueza que no solo proviene de nuestra historia, sino también de las influencias y el encuentro constante con diferentes culturas y tradiciones. Desde la llegada del pueblo gitano hace ya más de seis siglos, hasta los flujos migratorios contemporáneos, Jerez ha sabido integrar y aprender de esas diferencias. En lugar de ver la diversidad como un desafío, hemos aprendido a valorizarla, a reconectar con otras realidades y a crear valor a través de la cultura.

Esta es la base de nuestra candidatura al título de Capital Europea de la Cultura en 2031, porque la cultura no es solo el motor de nuestra identidad, sino también una herramienta poderosa para la convivencia y el progreso colectivo.

Cuando hablamos de nuestra candidatura, hablamos de un proyecto común, impulsado junto a la Diputación Provincial, la Universidad de Cádiz y la Cámara de Comercio de Jerez. Un proyecto que trasciende gobiernos y que pone en el centro la cultura y su potencial transformador que va mucho más allá de la creación artística o de la celebración de nuestras tradiciones. Un proyecto que no solo se construye desde el presente, sino que tiene una mirada estratégica hacia el futuro que reforzará nuestra dimensión europea e internacional.

Desde la música, el flamenco, la gastronomía, el vino, el caballo, hasta las artes visuales, el patrimonio o la literatura, desde todas las expresiones culturales, todas las personas y entidades que se suman cada día a nuestra candidatura proyectan una poderosa energía transformadora que a lo largo del proceso es y será nuestro mayor tesoro, nuestra mayor victoria y nuestro mayor legado.

Con la mirada puesta en el horizonte de 2031, trazaremos entre todos una estrategia cultural que no se limite al hecho de ser una sede de eventos o una plataforma para la promoción.

Nuestra visión es mucho más ambiciosa. Queremos que la Cultura, con mayúscula, sea el eje transformador de nuestra sociedad; un punto de encuentro y desarrollo de las diversas culturas que nos engrandecen como pueblo; una Cultura que actúe como catalizador para crear una economía más inclusiva, sostenible y creativa, que impulse un crecimiento económico sostenido para todo nuestro territorio.

En definitiva, hablar de Europa es hablar de la historia compartida de pueblos y ciudades, y Jerez es la pieza que necesita este mapa para demostrar cuánto podemos hacer y aportar juntos.